La esclavitud fue abolida en la Nueva España, en medio de la insurrección de Miguel Hidalgo, gracias al bando del 6 de diciembre de 1810.

Hidalgo entendió que, al abolir la esclavitud, debilitaba a los españoles, pues éstos, eran dueños de esclavos. La liberación de negros significó pérdidas económicas para los peninsulares. Lucas Alamán interpretó el hecho como un ataque a la propiedad privada.

A través de la abolición de la esclavitud, Miguel Hidalgo afectó a la propiedad de los españoles, sedujo a los negros, quienes se sumaron a la rebelión e impidió que los españoles dueños de esclavos negros, los usaran como soldados (Olveda, Jaime, La abolición de la esclavitud en México [1810-1917], en Signos históricos, #29, enero-junio, 2013, p.11).

La abolición de la esclavitud formó parte de la modernidad

Cuando estuvo en Valladolid, ordenó al intendente José María Anzorena, promulgar un decreto que abolió la esclavitud, mismo que fue expedido el 19 de octubre de 1810, casi un mes posterior al inicio de la rebelión. El decreto castigaba, con la pena máxima, a quienes, en lo sucesivo, compraran o vendieran esclavos. Iguales sanciones recibirían los notarios que no extendieran la escritura de manumisión. La ordenanza también suprimió los tributos que pagaban los indios, y puso freno a la rapiña que practicaban los rebeldes en los lugares por donde pasaban (Ibídem, p.13). 

Como el bando firmado por Anzorena no obtuvo el reconocimiento que se esperaba, Hidalgo se vio precisado a expedir otro, el 6 de diciembre en Guadalajara. El documento firmado por Hidalgo, agregó restricciones en la fabricación de pólvora. Hidalgo propuso una abolición tajante, radical, inmediatamente y no retributiva (Ibídem, p.14). Guanajuato incorporó la abolición de la esclavitud en 1826.

José María Morelos y Pavón, cura mulato discípulo de Hidalgo, en el Colegio de San Nicolás, ratificó la abolición de la esclavitud en los Sentimientos de la Nación, el 14 de septiembre de 1813 (Ibídem, p.18).

El Primer bando a favor de la abolición de la esclavitud, mandatado al Intendente de Valladolid, José María de Ansorena, tuvo lugar el 19 de octubre de 1810

Hidalgo estudió la Declaración de derechos del pueblo de Virginia de 1776, la Declaración de los Derechos del Hombre y del ciudadano de 1789, y la constitución de Delaware, Estados Unidos. El cura de Pénjamo fue un sacerdote ilustrado (Miguel Hidalgo. Ilustrado consumado, en Revista Historia de la Educación Latinoamericana, Vol. 16, #23, julio-diciembre, 2014, Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia: Boyacá, Colombia, p.236).

Para acercarnos al pensamiento del cura, Miguel Hidalgo y Costilla (Generalísimo de las Armas Americanas), los invito a consultar los siguientes documentos históricos:

1.- Proclama formal del grito de Dolores.

2.- Manifiesto refutando las acusaciones del tribunal de la inquisición en Valladolid, el 16 de noviembre de 1810.

3.- Plan de gobierno americano, entregado a José María Morelos y suscrito por este, en Aguacatillo, el 16 de noviembre de 1810.

4.- Proclama a la Nación Americana en Guadalajara, el 21 de noviembre de 1810.

5.- Decreto a favor de las indias en Guadalajara, el 5 de diciembre de 1810.

6.- Manifiesto donde propone la creación del Congreso Nacional en Guadalajara, el 15 de diciembre de 1810 (Ibídem, p.236).

Los americanos lucharon desde el periodismo científico y la literatura. La enseñanza en colegios, seminarios y universidades, fue clave. Juan Joseph Moreno, Rector del Colegio de San Nicolás, en 1766, maestro de Hidalgo y canónigo de Guadalajara a la llegada del nacido en Pénjamo, a la capital de Jalisco, se erige como una figura de absoluta trascendencia histórica (Ibídem, p.5).

Hidalgo y Costilla, nació en el actual Pénjamo, Guanajuato. Su ideario permanece. Fue el máximo exponente durante el XIX, de la cristología de la liberación.