Maria Magliolico considera que hay situaciones que no pueden describirse con palabras, por ello utiliza las imágenes como un metalenguaje emparentado con lo onírico.

Magliolico (Puglia, Italia) hace de la evocación un ejercicio liberador, y en lo desencadenado imprime belleza a la melancolía, se desnuda en cuerpo y alma, se funde con el horizonte marino con autorretratos de la nostalgia.

“La fotografía me ha enseñado a abrazar mi cuerpo y mi alma de la manera más honesta, pero a veces cruel. Los autorretratos son, para mí, una especie de acto de amor”, ha dicho Maglionico sobre el carácter de su obra.

Ruleta Rusa te sugiere escuchar, mientras observas las imágenes y lees, la sonoridad agridulce de Franz Liszt y la poesía aérea de Amos Oz.

El pájaro del lecho del mar

Un poco antes de morir
un pájaro sobre una rama me sedujo.
Narimi me rozó su pluma me rodeó por completo
con una placenta de mar.

Mi viudo por las noches disuelve su lecho, adónde se ha ido
el amor de su vida. Mi huérfano se ha marchado lejos
a descifrar enigmas.
Esposa niña, tú eres la mujer de los dos, tuyo es mi camisón
tuyo es su amor. Mi carne se ha consumido.
Ponedme como sello.

Amoz Oz

Traducción de Raquel García Lozano