Las obsesiones de Petros Koublis radican en el silencio y la meditación, en el paisaje natural que tiene ligaduras etéreas con el alma humana, una adoración por la luz sosegada.
Koublis (Serres, Grecia) retrata paisajes metafísicos que son un espejo naturaleza-humano pues lo mismo rebosan de movimiento sonoro que de absoluto silencio, son nebulares o llenos de luz en la inmensidad.
“Es la memoria de nuestra naturaleza la que se refleja en la amplitud del Universo. Las partículas que componen nuestros cuerpos fueron creadas a través de las reacciones de las estrellas colapsadas. Esto no es una mera nostalgia de nuestro origen, o de los cuerpos celestiales que crearon nuestro propio cuerpo físico. Es un sentimiento de estar vinculados íntimamente al Universo infinito”, ha dicho Koublis sobre esta serie.
Ruleta Rusa te sugiere escuchar, mientras observas las imágenes y lees, la música de Rulmyno y la novísima poesía de Juan Antonio Alfaro.
Como cazador de venados tengo amigos que cuento con los dedos de los pies a quienes llamo hongos. Alucinógenos en las noches en que mis pérdidas se vuelven fluorescentes. Cañón, barril o tubo de hierro cuando cuento mis riesgos calculados o devengo alcalino a la roca que reviento. Si digo adivina la cinta el holograma proyecta en mi honor mi región lumbar en tomas breves y frías. Lo vi. Va en mi contra. Lo vi. El ojo aluvial se contrae hacia atrás en mi contra. O es el eco midiendo mi automatismo. Automutismo deviene autismo. Mutismo, mute
Juan Antonio Alfaro