Chloé Milos Azzopardi, tras haber sufrido un trauma de despersonalización siendo adolescente, reconstruye su relación consigo misma a través la naturaleza y sus misterios. Se resignifica a través del viaje exterior.
Azzopardi (Francia) captura la delicadeza de las flores y el agua, lo efímero y hermoso en la simbología del paisaje, la identidad redescubierta entre fábulas de realismo mágico, en microrelatos de ecoficción.
“Intento construir imaginarios post-Capitaloceno en los que podamos proyectarnos. Mucha ficción habla del fin del mundo, pero yo quiero reimaginar la forma en que nos comportamos con otros seres vivos: reconocernos en la alteridad que tenemos frente a nosotros”, ha dicho Azzopardi sobre su obra.
Ruleta Rusa te sugiere leer, mientras observas las imágenes y lees, la sonoridad vintage de Frenic y la belleza poética de Odysseus Elytis
Dormida
La voz se corta en el trémulo viento y en sus árboles ocultos tú respiras
¡Es rubia cada página de tu sueño y según mueves tus dedos un incendio se esparce
Dentro de mí con vestigios tomados del sol! Y propicio sopla el mundo de las imágenes
Y el mañana exhibe totalmente desnudo su pecho marcado por la inmutable estrella
Que anochece la mirada como cuando va a agotar un firmamento
Oh no florezcas más en los párpados
Oh no remuevas más en las matas del sueño
Sabes qué suplica en los dedos el aceite enciende que guarda los portales del alba
Qué fresca revelación susurra en la espera el recuerdo convertido en hierba
Allí donde tiene esperanza el mundo ¡Allí donde el hombre no quiere sino ser hombre
En soledad y sin ningún Destino!
Odysseus Elytis
Versión de Ramón Irigoyen