Para culminar con la primera temporada 2018, la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato (OSUG) ofrecerá un concierto en el Teatro Juárez en el que realizará un homenaje a una de las tradiciones más relevantes de occidente: el romanticismo alemán.
Bajo la batuta de su director titular, Roberto Beltrán Zavala, la OSUG comenzará el concierto interpretando la Obertura Los Maestros Cantores de Núremberg, del compositor Richard Wagner.
El director titular de la OSUG mencionó en entrevista que Wagner era un genio incuestionable que dejó una profunda huella para el mundo de la ópera.
“Nos dejó música que hoy en día se disfruta en los cinco continentes, todas las orquestas lo tocan y nosotros no somos la excepción”, expresó Beltrán Zavala.
El concierto es hoy a las 8 de la noche en el Teatro Juárez. A las 7:30 de la tarde hay una pre-charla para conocer más a fondo sobre el programa musical

Wagner fue un vanguardista en el terreno de la armonía, su innovación radica en el uso revolucionario que hace de los elementos armónicos, no emplea armonías nuevas. Expandió y enriqueció el sistema tonal, sondeando y tensando sus límites y sus posibilidades expresivas, lo que anunciaba ya la disolución posterior del mismo.
La violista principal de la OSUG, Djamilia Rovinskaia será la solista que junto con la orquesta interpretará la obra Trauermusik, de Paul Hindemith. Sobre este obra, Roberto Beltrán Zavala mencionó que Trauermusik significa “música de funeral” o “música de duelo”. La historia de esta pieza data de cuando que el rey Jorge V de Inglaterra falleció poco antes de que Hindemith llegara a Londres, y al no parecerle apropiada la obra para los días de luto, decidió componer una obra para honrar a la muerte del rey.
“En esta obra será un placer contar con Djamilia Rovinskaia tocando en el Teatro Juárez”, dijo Beltrán Zavala.
La OSUG cerrará la temporada con la interpretación de la Sinfonía no. 1 en do menor, Op. 68, de Johannes Brahms.
“Finalizaremos la noche con esta primera sinfonía de este titán del romanticismo alemán. Lo grandioso de esta sinfonía es que sintetiza la tradición de la música alemana. Se tardó más de 20 años en finalizar la obra. Era una persona extraordinariamente autocrítica que tiró muchísima música a la basura por considerarla indigna del escenario”, dijo Beltrán Zavala.
Brahms tenía 43 años cuando publicó su primera sinfonía. Le costó 15 años componerla; pero despertó el instinto sinfónico del compositor, que un año más tarde estrenaba la Sinfonía no.2 en re mayor, Op.73. Brahms, es otro de los compositores más representativos del romanticismo musical alemán y una figura prominente de la música del siglo XIX.
- Fotos: Especial/UG