La Unión Europea (UE) se ha convertido en pionera al aprobarse la aplicación de la Ley de Restauración de la Naturaleza, cuyo objetivo es detener el deterioro de la biodiversidad y la recuperación de los ecosistemas dañados en su territorio.
Esta reforma, no exenta de polémicas y pleitos políticos, que forma parte del llamado ‘Pacto Verde’, considera vinculantes los objetivos para restaurar tierras y espacios marinos dañados por la contaminación y la sobreexplotación -conforme al acuerdo de la COP15 de Montreal-.
Con la última adhesión de Austria, el Consejo de la UE adoptó finalmente el reglamento -previamente negociado y pactado por los 27 países miembros y el Parlamento Europeo- que obliga no sólo a proteger a la naturaleza sino a restaurarla de los daños infringidos por la industrialización.
De acuerdo con datos oficiales de la UE, el 80 por ciento de los hábitats naturales de los países miembros se encuentran en un estado de conservación considerado “malo o mediocre” y hasta el 70 por ciento de los suelos se encuentran en mal estado de salud.
La nueva normatividad considera que el 30 por ciento de los humedales drenados utilizados en agricultura deberán ser restaurados desde ahora y hasta el año 2030, para alcanzar el 40 por ciento en 2040, y el 50 por ciento en 2050 para reactivar estos sumideros naturales de carbono.
Grosso modo la Ley de Restauración de la Naturaleza, exige que a partir de este año y hasta el 2030 al menos el 20 por ciento de los espacios naturales dañados por el hombre en territorio de la UE sean restaurados, alcanzado el 100 por ciento en el año 2050

Aspecto del Lago Partwitzer, n el Este de Alemania, tras la restauración después que operó por años un antigua mina de carbón en la zona.
“Este día pasará a la historia como un punto de inflexión para la naturaleza y la sociedad”, dijeron en un comunicado conjunto organizaciones ecologistas como BirdLife, ClientEarth, la Oficina Europea del Medioambiente y WWF, según registra la agencia EFE.
En mayo de 2023 el Parlamento Europeo protagonizó un encendido debate y oposición a estas medidas luego que el grupo parlamentario Partido Popular Europeo (PPE), con mayoría de escaños, se opuso a la nueva ley argumentando que habría ‘riesgo en la seguridad alimentaria’, además de acotar las inversiones para construir instalaciones de energías limpias, como la eólica o la hidroeléctrica.
Tras las agrias discusiones la ley fue aprobada por 336 votos a favor frente a 300 en contra y 13 abstenciones,
Con el voto de Austria, ayer el Consejo de la UE alcanzó la mayoría cualificada para obtener el Sí, al lograrse la suma del 66 por ciento de la población de la UE -se necesitaba un 65 por ciento-, por lo que ahora el reglamento y sus disposiciones son obligatorias para todos los países miembros.
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