Al asumir como el 47 presidente en la historia de Estados Unidos, Donald Trump ha sacudido a México y al mundo con su primer mensaje, en donde su vecino lleva la peor parte.
Trump anunció que decretará la ‘Emergencia Nacional’ en la frontera con México, la cual será ‘cerrada’ y militarizada, además de deportaciones masivas de migrantes -que inician este 20 de enero-, el cambio de nombre al Golfo de México por ‘Golfo de América’.
Otro asunto que sacude a México es la declaración de los cárteles de narcotráfico como “organizaciones terroristas extranjeras”, con lo cual se anticipan eventuales intervenciones militares en el país, para capturar o eliminar a los líderes de los cárteles del narcotráfico a los que el gobierno de México ha permitido crecer y actuar con impunidad.
Adelantó además el cobro de nuevos impuestos a otros países -los polémicos aranceles del 25 por ciento con que ha amenazado a México y China-, que ‘recuperará’ el Canal de Panamá, además de acabar de tajo con las políticas públicas en favor de la comunidad LGBTI+, pues dijo: “Habrá sólo dos géneros: hombres y mujeres”.
En su mensaje, también se atribuyó la pacificación de la guerra en Gaza y el derecho a eliminar la políticas públicas de energías limpias para sustituirlas por el polémico y peligroso ‘fracking’ (perforación hidráulica para extraer gas o petróleo).
“La decadencia de Estados Unidos ha acabado (…) Estados Unidos reclamará su legítimo lugar como la nación más grande, más poderosa y más respetada de la tierra, inspirando el asombro y la admiración del mundo entero”, enfatizó Trump en su primer discurso desde Washington.
México, socio comercial de Estados Unidos en el T-MEC, es el país que ha llevado la peor parte con los anuncios de Trump; el gobierno de México sólo ha atinado a decir que ‘no agacharla la cabeza’

“En vez de poner impuestos a nuestras ciudades, pondremos impuestos a otros países para enriquecernos”, fue directo Trump al retomar sus amenazas de imponer aranceles del 25 por ciento a todos los productos de México y China que se exporten a Estados Unidos.
Ambos países, recibieron una embestida directa por parte del político republicano que regresa por segunda vez como Presidente de Estados Unidos, tras una serie de juicios penales que salvó con éxito -aunque fue declarado culpable en uno sin pisar la prisión, convirtiéndose en el primer mandatario estadounidense convicto-.
“Dentro de poco, cambiaremos el nombre del Golfo de México por el de Golfo de América (…) A los barcos estadounidenses se les está cobrando gravemente de más y no se les está tratando justamente de ninguna manera, forma o manera, y eso incluye a la Marina de los Estados Unidos, y sobre todo, China está operando el canal de Panamá. Y nosotros no se lo dimos a China. Se lo dimos a Panamá y vamos a recuperarlo”, atizó Trump contra México y China.
Tras reiterar que ‘el pueblo’ de Estados Unidos ‘habló’ para elegirlo como su nuevo presidente y líder, Trump apeló a la memoria historia del país para honrar el patriotismo, los derechos individuales y la libertad.
“Estados Unidos (como nación) será respetada y admirada de nuevo. Seremos prósperos, orgullosos. No seremos conquistados, intimidades, destrozados y no fallaremos. Seremos una nación libre, soberana e independiente (…)
“Nada se interpondrá en nuestro camino porque somos estadounidenses y nuestra edad dorada acaba de comenzar. Gracias. Dios bendiga a América”, concluyó su mensaje, antes de retirarse a la Casa Blanca donde comenzará a firmar 200 decretos para hacer efectivas sus amenazas.
- Fotos: Reuters/Cuartoscuro
- Noticias relacionadas: