La agrupación Vientos Muscicales, que prepara un concierto para la edicion 51 el Festival Internacional Cervantino (FIC), concentra hoy a mil alumnos en 26 municipios del estado.
De largo aliento, así como las voces y los instrumentos, ha sido la travesía del Programa Vientos Musicales – a dieciséis años desde su implementación-, que fomenta el quehacer musical en Guanajuato. Y afianza la cultura de la paz en la entidad.
Y aunque haya cambiado de nombre para afianzarse en su madurez, el éxito de uno de los programas torales del Instituto Estatal de la Cultura (IEC) se fundamenta en la convicción de que la formación musical de los niños y jóvenes es una de las mejores apuestas para el futuro.
Ahora, una selección de este ensamble prepara un concierto para el próximo 20 de octubre como parte de la edición 51 del Festival Internacional Cervantino (FIC).
Desde el 2021, Francisco Balboa coordina el monumental proyecto que inició con el nombre de Viva la Banda y cambió en 2015 por Orgullo Musical, pero en 2018, con la actual Administración, lleva el nombre de Vientos Musicales

Alineado en su inicio al sistema venezolano de formación de orquestas infantiles comunitarias, Vientos Musicales ha marcado su propia estrategia pedagógica, adaptada y contextualizada en las diversas identidades guanajuatenses.
“Consideramos que los contextos cambian y estamos buscando nuestro propio camino a partir del desarrollo de metodologías y prácticas contextuales.
“El programa ha tenido un desarrollo interesante durante estos tres años, el hecho de desarrollarlo sobre las propias características de nuestro propio entorno habla de contexto e identidad o identidades; tenemos por ejemplo un coro en Tierra Blanca y una Orquesta en Purísima, otro coro en San Felipe, en Jerécuaro tenemos una banda”, refiere el coordinador.
Para Balboa, este programa modelo se basa también en la colaboración y no verticalidad de un director, sino que se trabaja por piezas colaborativas y multinivel, donde los alumnos pueden participar en un concierto de acuerdo con su grado de avance y dificultad en la interpretación de las piezas.
“Trabajamos más bien hacia la colaboración de un sistema de cultura de paz, donde las alumnas y alumnos tengan una participación más activa y estamos desarrollando sistemas de improvisación donde se presentan piezas propias de manera colectiva y colaborativa”, resalta.
Vientos Musicales ofrece una educación musical integral a niñas, niños y jóvenes del estado que conforman 27 agrupaciones musicales, entre bandas sinfónicas, ensambles corales y orquestas infantiles y juveniles

“Además tenemos una selección de cerca de 75 jóvenes que vienen al Centro de las Artes de Guanajuato durante 7 meses a prepararse para su concierto en el Cervantino”.
Francisco Balboa explica que una de las principales aportaciones de este tipo de ensambles es que en Vientos Musicales se estudia y reflexiona sobre lo que sucede en el estado, con iniciativas tanto de rescate como de problemáticas comunitarias.
Así, han gestado el proyecto de Guanajuato en retrospectiva o Guanajuato sonoro.
Para el músico y coordinador es prioritario que cada agrupación trabaje sobre entornos y realidades concretas de las regiones, sin dejar de lado una destacada calidad artística.
“Hicimos una serie de evaluaciones para saber cuáles eran nuestros niveles y lo que estamos haciendo es un método multinivel, donde todas las piezas que se desarrollan, desde el que lleva 6 meses hasta el que lleva 8 años como alumno, el programa lo pueden tocar para no generar división y donde participan todos y puedan estar juntos (…)
“Hemos intentado desarrollar proyectos que tengan que ver sobre las identidades, sobre violencias. Actualmente tenemos un proyecto de la Camerata Femenil, que hicieron una revisión sobre las conductas y sistemas de género, cómo se interrelacionan, hablamos también de las compositoras de la historia guanajuatense y estamos trabajando desde la composición, improvisación, el contexto, hemos involucrado procesos que tienen que ver con el hip hop por ejemplo”, subraya.
La Camerata Femenil Vientos Musicales, dirigida por Indra Ortiz y Tzitzitlini Sanabria, ha dado pasos contundentes y recientemente fue la encargada del concierto de celebración por los 143 años del Teatro Manuel Doblado, en León.
Balboa sostiene que la espina dorsal de este proyecto pilar del IEC es la búsqueda de la cultura de paz a través de la música y el conocimiento de los derechos de las niñas, niños y jóvenes.
A Vientos Musicales lo sostienen 56 docentes y cuatro coordinadores, uno por área, coro, banda, orquestas, formación y la edad mínima de ingreso es desde los 5 y hasta los 21 años

“Tenemos alumnos que han estado 10 años con nosotros”, dice Francisco.
El programa, que opera con fondos estatales y el apoyo de las casas de cultura de los municipios, ha sido un bálsamo en cada municipio donde ha podido echar raíces y dar frutos contundentes.
Los conciertos de Vientos Musicales han sido aplaudidos en varias regiones del estado y otras partes del país por la calidad de su propuesta.
“Tenemos miras a continuar, hemos expuesto nuestro modelo y resultados a especialistas en el área en Costa Rica y la UNAM, consideramos que el trabajo tiene que ser el desarrollo de la creatividad, el juego y la reflexión, sin abandonar la cultura de paz. El proyecto tiene que seguir creciendo, consideramos que va bien el programa”, reflexiona Balboa.
Con arreglos de Carlos Cruz Núñez, el concierto Encuentros con el Son, que ofrecerán para su próxima presentación en el Festival Internacional Cervantino en el Templo de la Compañía, propone un puente entre diversas tradiciones musicales enmarcadas en el Son de distintas regiones del país. Un puente que comienza desde lo propio, el son Arribeño y que entra en diálogo con lo otro, son huasteco y jarocho para construir un recorrido sonoro.
En 75 minutos, algunas de las piezas que interpretarán, son: Rosita Arribeña, Petenera, Violín Huasteco y La caña, entre otras más.
- Fotos: IEC/FIC