No se trata de un muro, ni de un portal al pasado, pero el kilométrico trazo de asfalto carretero de la 57 partió a Guanajuato en dos épocas.
Esta ‘fractura’ del tiempo nos muestra la época actual, que podemos poner a discusión como llamarla y que se encuentra de un lado la de los hacendados, época de latifundios y, tal vez, de un antiguo esplendor para algunos, del lado poniente, a donde no llega ni la señal de Internet.

San Pedro es la primera comunidad de Guanajuato que limita con San Luis Potosí, en los siguientes 20 kilómetros se encuentran La Jaula, La Sauceda, y Ex Hacienda de Jesús, todas se formaron con las familias de los trabajadores de las haciendas desde el siglo XIX, esas construcciones que ahora que están viejas y abandonadas, siguen teniendo más tabiques que las casas donde viven las familias de estas comunidades.
Platico con Alfonso, un conductor de autobús que vive en San Pedro y de niño ganaba dinero acarreando agua a la Hacienda. “El Patrón” en la década de los años 50, era un tal Carlo. Alfonso acepta compartirme historias del lugar donde creció, y lo primero que me cuenta proviene de una mezcla de su fe cristiana, con lo sobrenatural que siempre rodea a los recuerdos de mejores épocas.
“Le voy a contar algo, que yo he oído, yo no lo sé, yo nunca he sido ambicioso y Dios lo sabe. Cuentan que hay un sótano con oro, aquí en la Hacienda de San Pedro, pero no lo pueden sacar, porque hay alguien que se opone, y ese alguien se llama Satanás“, dice Alfonso mientras me mira fijamente.
Así, sin más, esa es la razón por la que el oro no sale de San Pedro, porque Satanás lo impide

Lo que se cuenta es que el saqueo sí ha ocurrido, todos saben que hubo años donde se toleró entrar a estas fincas para obtener lo que fuera de valor: trastes, ropa, muebles, lo que se pudiera vender, y en cuanto a lo sobrenatural, muchos preferimos no comprobar su veracidad.
Para entrar a La Jaula, a unos 200 metros de la 57 y a 5 kilómetros de San Pedro, solo está la puerta de la ex hacienda, no hay más. Una puerta de metal de metro y medio a la que cualquiera podría poner un candado y dejar encerrados, incomunicados y hasta sin Internet, a los más de mil habitantes que viven en la comunidad, pero basta con confiar que a nadie se le ocurra hacerlo.

Lo que pasa en La Sauceda no es tan distinto, ahí el único aire de progreso que ha llegado de este lado de la 57 es una antena de teléfono de unos 10 metros, por lo demás, las ruinas se pueden ver desde lejos, sólo una calle con pavimento y la ligera tierra que se levanta al más leve aire, mantiene gris todo el paisaje.

En la ex Hacienda de Jesús, Juana conoce de memoria el camino que conecta a cada comunidad. Me previene que no vaya de noche; no evoca de manera directa a Satanás, pero sí a alguien oscuro, que no me dejará pasar sino tengo protección, sea lo que sea que signifique en estos tiempos.
“Es un camino ya hecho, a nosotros nos gusta pasar por ahí porque es el camino que tomábamos cuando éramos niños, pero nosotros somos de aquí, se escuchan muchas cosas cuando va uno por esos caminos, no tienes que hacer caso porque es como eco, como si hablaran, y si haces caso, es cuando te distraes y no sabes que se pueda aparecer“, me cuenta Juana como previniéndome, o cuidándome. Pareciera que después de este consejo mágico, ahora me dirá que use suéter porque en estos lugares siempre hace frío, o que no me vaya sin comer.
Lo que alcanzo a comprender es que los latifundios se fueron y sólo quedaron las ruinas de sus grandes fincas, pero se quedaron sus historias, las familias que las cuentan y se quedó también su forma de vida, a la espera de que “El Patrón” regrese, junto con el esplendor de lo que hoy ruinas son.
- Fotos: José Luis Ramírez
5 comments
örale excelente artículo, habrá que ir a conocer estos lugares mágicos. Publiquen más de estos renglones por fa!
Que buen articulo, hay mucha historia en estos lugares y siempre es algo interesante para leer, ojala que publiquen mas articulos asi por favor
Deberíamos ir de noche y recorrer esos caminos que puede pasar
Ojala y publiquen mas articulos como este, ya que tienen muchas historias interesantes, este articulo me gusto mucho
Excelente narración invita a conocer más de nuestro estado y nos permite viajar a los lugares descritos según se avanza en la lectura.
No dejen de publicar la historia de nuestro estado y de varios más.