Barbara Peacock desnuda literalmente el alma y cuerpos de parejas estadounidenses, de diversos credos, raíces, color de piel, cuerpos, preferencias sexuales, ideologías, formas de expresar su amor y su vida en el espacio más importante del ser humano: el dormitorio.

Peacock (Estados Unidos) logra ingresar al misterio mayor de todo humano en convivencia íntima. Aquí están expuestas múltiples formas de relaciones humanas, detalles sutiles de vidas entrelazadas, enigmas de existencias tan diversas como las estrellas, una antropología del dormitorio.

Me atrae la belleza tranquila y magistral de las personas medio perdidas en la memoria, con demasiado tiempo libre o en una paradoja silenciosa. Argumento y convenzo de que estos temas son importantes. Me di cuenta de que quería ilustrar mi amor e influencia de la pintura con este proyecto”, ha dicho Peacock sobre esta serie.

Ruleta Rusa te sugiere escuchar, mientras observas las imágenes y lees, la sonoridad enigmática de Ali Farka-Touré y la poesía erótico-amorosa de Alberto Ruy Sánchez.

La puerta enmarca al deseo

La puerta enmarca al deseo
iluminado en la sombra.

La puerta tiene guardianes
como labios que la celan.

La puerta brilla insistente
como mojada por dentro.

La puerta mueve reflejos
que antes van por mis ojos.

La puerta va por su cuenta:
cuenta y cuenta mil historias.

La puerta se abre cantando
con el placer de una queja.

La puerta cierra y aprieta
si por suerte quedé dentro.

La puerta emite mil ecos
que mis sentidos navegan.

La puerta no está en tu cuerpo
pero tus labios la engendran.

Toco la puerta curioso
y me recibes bailando.

A la entrada de tu cuerpo
todo es mucho y mucho es poco.

Alberto Ruy Sánchez