François Poirier hace una alegoría de la libertad con fotomontajes fantásticos, condensa en su imaginario visual una máxima del utilitarismo filosófico de John Stuart Mill: la de actuar sobre aquello que no afecta ni perjudica a los demás.
Poirier (Canadá) echa a volar, literalmente, la imaginación, para invitarnos a una extraña aventura donde Alicia -¿la del país de las maravillas?- nos asombra con la ocupación imposible de espacios contemporáneos.
“Alice nos habla de nuestros condicionamientos y nos recuerda que es posible liberarse de ellos para avanzar hacia una mayor libertad. La serie también plantea la cuestión de nuestra relación con el entorno, nuestra forma de ocuparlo y las prohibiciones que regulan todos nuestros movimientos”, ha dicho Poirier sobre esta serie.
Ruleta Rusa te sugiere escuchar, mientras observas las imágenes y lees, la música de Onra y la poesía de Paloma Palao.
No vuelvas nunca a mirar tu rostro Annelein…
No vuelvas nunca a mirar tu rostro Annelein.
Ni la ilusión engañará tu mirada, como antes
de aquel día, que saliste para el destierro.
El tiempo ha pasado y es un cuchillo sobre tu imagen.
Sueña lo que tuviste, Annelein, y no busques la compasión
en tu ciega cordura. Nunca verás tu rostro, Annelein.
La púrpura cede bajo tu peso y no hay mirada,
que ayude a soportar la muerte.
Detrás de tu belleza, está la ignorancia,
como delante de ti está tu rostro siempre,
aunque tampoco es útil la máscara.
Paloma Palao