Mieke Douglas, a partir de un delicado trabajo fotográfico, ha logrado en esta serie entrelazar las técnicas tradicionales y el arte digital para crear estampas a la manera de las ‘vanitas’ de los maestros flamencos de la pintura.
Douglas (Países Bajos) nos ofrece con una melancólica relatoría visual, entre luces y sombras, una alegoría sobre la sublimación del ser con el uso de las flores -como ocurre en la mitología o la religión-, para retratar la belleza fugaz de la vida.
“Érase una vez, en una era olvidada, cuando la magia aún danzaba en el aire con la luz del sol filtrándose entre arboles ancestrales, la flora y la fauna cantaban entre sí. Susurraban secretos del intrincado tapiz de la vida, la muerte y el suave renacimiento que se entreteje entre todas las criaturas, un ciclo armonioso que contenía la esencia de la existencia”, ha dicho Douglas sobre esta serie.
Ruleta Rusa te sugiere escuchar, mientras observas las imágenes y lees, la belleza sonora de Sylvius Leopold Weiss -en la interpretación de Petra Poláčková- y la poesía inmortal de Emily Dickinson.
Me gusta cómo luce la Agonía,
pues sé que es verdadera —
Los hombres no simulan el Dolor,
ni fingen un Espasmo —
Se vidrian nuestros Ojos — es la Muerte —
No hay forma de imitar
esas Perlas que enhebra
en nuestra frente la cotidiana Angustia.
Emily Dickinson
Traducción Rubén Martín









