“Creo y sé que copiar de la naturaleza para mí no tiene sentido, porque pinto mejores cuadros de memoria, como visión del paisaje”. Egon Schiele
El artista austriaco Egon Schiele es conocido por sus extraordinarios retratos, expresivos, crudos y auténticos. Si bien Schiele es considerado uno de los retratistas más destacados de principios del siglo XX, también produjo una amplia variedad de paisajes.
Este artículo analizará varias pinturas de paisajes de Egon Schiele. Muchas de ellas reflejan lugares que ahora se encuentran en Chequia y que tuvieron una especial resonancia emocional para Schiele.
¿Quién fue Egon Schiele?
Egon Schiele es uno de los artistas austríacos más importantes de principios del siglo XX.
Nació en 1890 y creció en la Baja Austria. Su padre falleció cuando tenía 14 años. De niño, Schiele no era un gran académico y se decía que dibujaba con una fluidez frenética. Su tío, quien se convirtió en su tutor a partir de 1904, lo envió a un profesor particular de dibujo.
Posteriormente, Schiele estudió en Viena, donde se sintió frustrado por el estilo conservador de algunos de sus profesores.
Al estallar la Primera Guerra Mundial, Schiele ya había expuesto numerosos retratos y se había hecho conocido por su estilo distintivo.
Lejos de los retratos de la alta sociedad, los retratos de Schiele son orgánicos, eróticos, salvajes y crudos
Recibió influencias de artistas como Gustav Klimt y movimientos artísticos como el expresionismo y elementos del Art Nouveau , aunque el estilo de Schiele es muy singular.
Schiele murió en 1918, a la edad de tan sólo 28 años, como consecuencia de contraer gripe española.
Muchos de los retratos de Egon Schiele son estudios de desnudos. Si bien se le elogia por su arte, para muchos, sus pinturas fueron (y siguen siendo) controvertidas: se consideraban pornográficas y sus representaciones de jóvenes modelos planteaban dudas sobre su consentimiento.
Sus paisajes son un mundo aparte de sus retratos.
¿Qué paisajes pintó Egon Schiele?
Egon Schiele pintó y dibujó docenas de paisajes: desde estudios detallados de edificios y naturaleza hasta obras que representan paisajes urbanos y urbanos más amplios.
A lo largo de su corta vida, viajó mucho y pasó tiempo fuera de Viena. Schiele encontraba la ciudad y su escena artística opresivas, un espacio donde numerosos personajes, personalidades y opiniones acaparaban su pensamiento.
Buscó refugio en viajes fuera de Viena, con viajes a Bohemia, Carintia, Trieste y la región de Wachau
Al igual que con sus retratos, a Schiele no le interesaba reproducir paisajes de forma realista en sus lienzos. Schiele no buscaba una representación literal, sino transmitir el alma de los paisajes, reflejándolos como fuente de consuelo y paz.
Las pinturas de Schiele no se producían in situ, sino que eran interpretaciones compuestas de memoria. Pintaba obras con motivos geométricos y composiciones planas, sin utilizar la perspectiva como tantos artistas antes que él.
Las personas casi nunca aparecen en los paisajes de Schiele. Aunque a menudo representaba edificios y otras estructuras construidas por el hombre, Schiele consideraba estos paisajes como la naturaleza, lugares espirituales de inspiración y concentración.
Egon Schiele en Český Krumlov
Schiele sentía una profunda conexión con el lugar de nacimiento de su madre. Conocida entonces como Krumau en Bohemia, esta ciudad es ahora Český Krumlov en Chequia. La ciudad es un tema recurrente en sus paisajes. La visitaba con frecuencia, a veces permaneciendo varios meses.
Pintó numerosos paisajes de la ciudad medieval, situada en un meandro del río Moldava.
Schiele representa los edificios medievales de la ciudad en bloques coloridos, casi geométricos, que contrastan con la monocromía del agua del río
Reduce los colores reales de los paisajes a una paleta reducida de tonos orgánicos terrosos presentes en la naturaleza: marrones, verdes, azules, grises y negros.
En lugar de líneas geométricas perfectamente rectas, las pinturas de paisajes de Schiele presentan líneas torcidas, irregulares y sinuosas, que reflejan una realidad vivida, no una realidad representada en dibujos arquitectónicos. Sus edificios son orgánicos: parecen viejos y muestran signos de su edad; el musgo y otras plantas los invaden.
En otras obras, Schiele se centra en edificios individuales o detalles, representando estas estructuras solitarias casi como monumentos con sólo unos pocos colores.
Los paisajes de Egon Schiele transforman la naturaleza y los edificios con líneas atrevidas y colores expresivos, retratando un mundo que parece al mismo tiempo familiar y distorsionado.
No sólo vemos el paisaje, sino la intensidad emocional debajo de su superficie, lo que hace que estos paisajes sean tan impactantes e inolvidables como sus retratos.
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- Pintura: Egon Schiele