Este fin de semana la edición 50 del Festival Internacional Cervantino (FIC) contó con artistas de Corea del Sur, Portugal, Japón Argentina y Puerto Rico, además de México. Salsa, teatro, jazz, danza butoh y rock coreano fueron parte de ofrecido en los espectáculos.

En el Teatro Principal se presentó la primera función del montaje‘El coleccionista de nubes. Homenaje a Enrique Ruelas, uno de los espectáculos comisionados por el FIC para esta edición, en coproducción con la Universidad de Guanajuato y la Fundación Cervantista Enrique y Alicia Ruelas A.C.

Dirigida por Luis Martín Solís, director de la compañía La Cumbancha, el montaje incluye escenas que dan cuenta de cómo la Plaza San Roque, una plaza de ropavejeros, se transformó en escenario para alojar una utopía de un teatro de carácter social.

Escrita porLuis Martín Solís y Alejandro Román, la pieza que incluye música en vivo, también evoca la vida de Enrique Ruelas, como amante del teatro, maestro y precursor de uno de los encuentros de artes escénicas más importantes de Latinoamérica. 

La vida del FIC, que este 2022 cumple 50 años, también aparece en escena, como pinceladas que recuerdan a las grandes figuras artísticas que han pisado sus escenarios, así como anécdotas que se han quedado para la memoria.

En la Explanada de la Alhóndiga de Granaditas se contó con otra participación especial de Corea, país invitado para esta edición del FIC, con la agrupación fusión tradicional y post-rock Coreyah, que presentó su último álbum Clap&Aplausse

Hamvei, vocalista del grupo de rock coreano Coreyah.

Esta presentación contó con un inicio con una mezcla de música tradicional coreana con algunas combinaciones eléctricas que comenzaron a encender la fiesta cervantina, provocando que desde los primeros instantes el público aplaudiera; acto que es la intención principal del último álbum del grupo, crear un ambiente donde los espectadores participen desde el primer momento marcando ritmos con sus manos.

La vocalista, Hamvei intervino en varias ocasiones para agradecer en español, frases como “¡Hola Guanajuato!”,” Somos Coreyah de Corea” y “¡Viva México!” provocaron una expresión colectiva de ternura entre el público por la pronunciación, seguido de aplausos.

El concierto contó con la interpretación casi en su totalidad de su último álbum, acompañándose de sencillos que la banda ha creado a lo largo de sus diez años de carrera.

Para finalizar, nuevamente las palabras en español no se hicieron esperar en un discurso más largo, “las últimas canciones son ‘Días Pasados ‘y ‘Que tengas un buen sueño’, las letras están en coreano, pero podrán sentirlas en su corazón, gracias por regalarnos estos felices recuerdos en Guanajuato, los amamos México”.

El grupo de danza butoh Sankai Juku tuvo la presentación de su espectáculo KOSA-Entre dos espejos en el Auditorio del Estado

Sankai Juku, grupo de danza butoh, representó una obra basada en los efectos de la pandemia de Covid-19.

Ushio Amagatsu, stage manager de la compañía, explicó que este montaje fue realizado con los sentimientos provocados por la pandemia de Covid-19.

Quisiera encontrar el futuro, para poder transmitir a todos el sentimiento de qué es lo que va a pasar próximamente. Es una manera de expresión”, mencionó Amagatsu tras mencionar que la danza butoh, la cual no usa escenarios y prevalece el maquillaje en el rostro y pocas ropas, la conoció cuando estudiaba en la universidad.

Llevo 47 años bailando. Los pensamientos de ese entonces van transformándose. Uno va encontrando sabiduría en el transcurso de la vida”, extendió el artista japonés en una entrevista previa la presentación.

En KOSA-Entre dos espejos, un grupo de cuatro bailarines rodea a un quinto, mientras éste hace movimientos con los brazos, lo cual genera una nube de polvo del maquillaje que porta por todo el cuerpo, que asciende al techo del teatro. A la par, es posible escuchar música de cuerdas y percusiones.

La expresión y plasticidad de los bailarines queda permanente en diversas escenas, ya que sus movimientos son tan pausados que dan la sensación de inmovilidad, lo cual termina por generar tranquilidad en el espectador.

Amagatsu consideró que siempre que es recibido en México, el público es muy cálido y demuestra su pasión de forma evidente, al contrario de la audiencia nipona, que es más reservada. “Al presentarme en México, los mexicanos son muy pasionales. Siempre lo he captado y es lo que siempre agradezco”, afirmó.

Las cicatrices suelen generarse a partir de la maternidad, pero se encuentran en cualquier tipo de piel. El vínculo humano a partir de las memorias ligadas a lo materno fue el concepto bajo el que se desarrolló Matrices. Voces de Úteros Contemporáneos, una puesta en escena de la compañía Teatro de los Sueños.

Natyeli Guevara Lafarga es la actriz que le da voz a las múltiples caras de lo materno: mujeres valientes, vulnerables y emocionales que pese a sus circunstancias brindan su mejor papel como madres en Matrices. Voces de Úteros Contemporáneos

La actriz mexicana Natyeli Guevara Lafarga.

Cinco percheros colocados indefinidamente en el escenario llevan la ropa que viste la identidad de la actriz principal, quien representa a cinco mujeres con historias marcadas por hechos trascendentales ligados a su maternidad: la muerte, lejanía e histeria, por mencionar algunos.

La pieza dirigida por Israel Álvarez Araujo plantea varias interrogantes en torno a este tema, para cuestionar lo que nos define como individuos. Madres, hermanas, tías, primas, hijas, son tan sólo algunos de los tipos de madre, que se amplían en tanto la historia de cada ser humano.

El Teatro Juárez se convirtió en una auténtica casa de fado luego que la cantante de origen portugués Carminho enamoró a la audiencia con su voz y su calidez humana.

La velada se desarrolló en un ambiente íntimo, con la iluminación del teatro totalmente apagada y un juego de luces rojizas y azuladas sobre el escenario que solo dejaba ver la silueta de la cantante y sus músicos. Desde ahí cantó temas de su álbum Maria; “es el que habla más de mí”, compartió con el público.

Qué bonito estar aquí, en este escenario tan bello”, añadió. En seguida, invitó al público de los balcones a ocupar las primeras filas vacías. “Una casa de fado es un lugar pequeño, íntimo”. 

En ese ambiente de nostalgia, Carminho interpretó temas como Se vieres, Bom día amor, Sete saias, y Estrela, la cual cantó tocando la guitarra.

En distintos momentos compartió memorias de su niñez, etapa en la que comenzó a cantar fado, una tradición que heredó de su madre. Al final, la artista regaló un par de canciones al público cervantino, una de ellas fue Aquellos ojos verdes de Agustín Lara.

El domingo, las actividades del 50 FIC concluyeron con los ritmos tropicales del cantante de salsa Gilberto Santa Rosa

El músico puertoriqueño Gilberto Santarrosa, mejor conocido como ‘El Caballero de la Salsa’.

La zona de Los Pastitos se cimbró con la llegada de El Caballero de la Salsa para hacer bailar a todos los presentes, como parte del Camínalo Tour del puertorriqueño que ha pisado tierras mexicanas.

Santa Rosa saltó al escenario enfundado en un pantalón color negro y un saco gris. Muy lejos de las “mil derrotas” mencionadas en su tema Un montón de estrellas fue esta presentación, que tuvo una enorme afluencia, lo cual la convirtió en un éxito.

Pese a la aglomeración de personas enfrente del escenario y más allá de la zona de Pastitos, en diversas ocasiones algunos espectadores se hicieron espacio para convertir el pavimento en una pista de baile y demostrar sus mejores dotes en los ritmos latinos.

Los temas más románticos fueron coreados por los presentes, como Vivir sin ella o Conteo regresivo. Tras cerca de una hora y 40 minutos, la presentación cerró con Qué manera de quererte, con lo cual Gilberto Santa Rosa dejó una marca salsera y de bachata en el 50 FIC.

En El Trasnoche, el Dúo de Jazz Cubano argentino, Rodrigo Sosa y Alejandro Falcón se convirtieron por ocasión especial en un trío con Degnis Bofill en las percusiones.

La velada contó con interpretaciones completamente instrumentales por parte del grupo, exhibiendo de forma ocasional mediante solos cada uno de los instrumentos, desde el piano de Alejandro Falcon, los vientos de Rodrigo Sosa y las percusiones de Bofill como un complemento que fue clave para la fiesta latina de la noche.

  • Fotos: FIC/Especial