Con la muerte de Vicente Fernández, ‘El charro de Huentitán’, se acaba también una época de México, la de los charros cantores. El país llora la partida de un ídolo de masas cuyo icónico lema fue: “Mientras no dejen de aplaudir, su Chente no deja de cantar”.
El gobierno federal, a través de la Secretaría de Cultura, anunció que realizaría un homenaje a Vicente Fernández en el Palacio de Bellas Artes, recinto emblema de la cultura en el país y espacio simbólico para despedir a los hombres y mujeres más queridos en México, pero la familia prefirió despedirlo en la arena Vicente Fernández.
Por la tarde se realizó un homenaje, con el cadáver del cantante y actor dentro de su ataúd, en la arena Vicente Fernández, con capacidad para 15 mil personas, donde se colocaron flores, un crucifijo y la imagen de la Virgen de Guadalupe. El sitio permanecerá abierto 24 horas para que lo visiten los seguidores y se rinda homenaje con mariachi y una misa este lunes, antes de darle sepultura al cuerpo del ídolo mexicano.
En el rancho Los 3 Potrillos, en Huentitán, Jalisco, los seguidores se aglomeraron en las afueras, para despedirse del último charro cantor. Las veladoras, cartas, flores y otras ofrendas tapizaron ayer la entrada del rancho.
Vicente Fernández, indiscutible ‘Rey de los Palenques’, grabó más de 100 discos, y vendió más de 75 millones de ellos, participó en más de 30 películas, obtuvo tres Grammy y ocho Grammy Latino, tres premios Billboard y 14 premios Lo Nuestro, entre otros tantos reconocimientos a su sólida carrera artística.
En México ayer corrió el tequila y el llanto en muchos hogares, donde se escucharon las canciones de Chente para despedir a uno de los últimos grandes ídolos del pueblo, quien murió en brazos de su esposa María del Refugio ‘Cuquita’ Abarca Villaseñor.
Las redes se llenaron de condolencias de políticos, integrantes del mundo del espectáculo y de fans.
- Fotos: El Universal/ TV Azteca