El gobierno de Donald Trump sigue ejerciendo una línea dura contra los latinoamericanos. Ahora los salvadoreños son el blanco en materia de deportaciones.

Después de operar durante 17 años en favor de refugiados de al menos 10 países, el Estatus de Protección Temporal (TPS por sus siglas en inglés) está llegando a su fin.

Trump anunció el fin del programa de protección migratoria para más de 200 mil salvadoreños que están viviendo y trabajando de forma legal en Estados Unidos.

El TPS fue creado en 1990 con la intención de ayudar a refugiados que pedían asilo en Estados Unidos por guerras, desastres naturales y persecución en sus países de origen

Los más de 200 mil salvadoreños que estaban bajo esta protección, desde 2001, tendrán un plazo de 18 meses (año y medio) para abandonar voluntariamente Estados Unidos, antes de que comiencen las deportaciones.

A la lista de latinoamericanos que sufren la nueva política migratoria norteamericana se han sumado haitianos, nicaragüenses y hondureños. El caso más significativo es el de los mexicanos, pues con el proceso de la reforma migratoria se estima que pronto habrá una deportación masiva de 800 mil ‘dreamers’ o estudiantes ilegales, de los cuales 600 mil son mexicanos.

Con la nueva política de Trump, desde enero del 2017 está vetado el ingreso a Estados Unidos de ciudadanos y refugiados de Siria, Irak, Libia, Somalia, Sudán y Yemén.