Estados Unidos, por órdenes del presidente Donald Trump, ha cerrado su frontera a los migrantes que piden asilo, además de militarizarla. Trump también dio facultades -por decreto- a la DEA y al Servicio de Alguaciles para detener y expulsar a migrantes.
Las medidas también consideran los arrestos de migrantes en hospitales, escuelas e iglesias, considerados ‘santuarios’. El Departamento de Justicia advirtió que perseguirá además a funcionarios estatales y locales que apoyen a migrantes.
“(Se) suspende la entrada física de extranjeros que participen en una invasión de Estados Unidos a través de la frontera sur”, anunció la Casa Blanca a través de un comunicado.
La ‘cacería’ de migrantes ha comenzado con la expulsión de más de 300 migrantes mexicanos, por vía terrestre, y un número aún indeterminado de migrantes de otros países, por vía aérea, durante el primer día de las deportaciones masivas anunciadas por Trump.
Tom Homan, el llamado ‘zar de la frontera’ , aseguró que en primeras 33 horas de operación de los agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) fueron detenidos y deportados 460 indocumentados, según registra el diario The Washington Post.
Para concretar su nueva y agresiva política migratoria, el Presidente de Estados Unidos ha dado facultades a los departamentos de Seguridad Nacional, de Justicia, y de Estado “para que tomen todas las medidas necesarias para repeler, repatriar y expulsar inmediatamente a los extranjeros ilegales a través de la frontera sur de EU”, se extiende en el comunicado de la Casa Blanca.
El asilo a migrantes ha sido desterrado de golpe, comenzando con la desaparición de la aplicación CBP One y ahora con la orden ejecutiva de Trump que canceló el programa, además de despedir a los jueces de los tribunales migratorios

Además de las deportaciones, Estados Unidos alista la ampliación del muro fronterizo con México. El Pentágono anunció que además de apoyar en la construcción del muro, se está dando apoyo al Departamento de Estado con aviones militares para la deportación de miles de migrantes
“Esto es sólo el principio. En breve, el Departamento desarrollará y ejecutará misiones adicionales en cooperación con el DHS (Departamento de Estado), las agencias federales y los socios estatales para hacer frente a toda la gama de amenazas esbozadas por el presidente en las fronteras de nuestra nación”, informó Robert Salesses , secretario de Defensa de Estados Unidos.
Además de los 1 mil 500 militares más desplegados en la frontera con México, el Pentágono ha sumado helicópteros para las labores de vigilancia.
Sobre la nueva política migratoria, el secretario de Estado, Marco Rubio, emitió un mensaje general dijo que las relaciones diplomáticas con otros países se darán bajo este nuevo modelo de política migratoria.
“(Se) dará prioridad a asegurar las fronteras de Estados Unidos, detener la migración ilegal y desestabilizadora, y negociar la repatriación de los inmigrantes ilegales”, dijo el Secretario Rubio.
A la par de estas medidas, la Cámara de Representantes -de mayoría republicana- aprobó con el apoyo de legisladores demócratas la llamada ley Laken Riley, que avala la detención de migrantes que hayan cometido delitos no violentos, para luego ser expulsados del país.
En el estado de Arizona los legisladores locales están proponiendo modificaciones a la ley para facilitar las deportaciones masivas de migrantes e incluso para facultar a las policías locales para que detengan a las personas ‘sospechosas’ de ser migrantes.
- Fotos: Especial
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