El presidente Andrés Manuel López Obrador logró su cometido a través de los diputados de Morena y sus aliados para avalarse su reforma eléctrica que le otorga prioridad total a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), castigando el uso de energías limpias.
Morena, junto con sus aliados, venció a la oposición al avalar en lo general en la Cámara de Diputados, con 304 votos a favor, 179 en contra y cuatro abstenciones, el dictamen sobre las reformas a Ley de la Industria Eléctrica. Ahora México está en una posición incómoda frente a los tratados internacionales en materia de energías limpias.
El dictamen fue aprobado en lo general, con más de 400 reservas en lo particular a todos los artículos por la oposición, luego de poco más de cuatro horas de discusiones iniciales.
Las reformas plantean que la distribución de la energía eléctrica se dé, en primer lugar, a través de las plantas hidroeléctricas, nucleares, geotérmicas, de ciclo combinado y termoeléctricas, en ese orden, y al final quedaría la generación de energía eólica -por viento-, las plantas de energía solar y las de ciclo combinado operadas por la industria privada.
Grosso modo, de aprobarse las reformas por el Senado -donde Morena también tiene la mayoría-, la CFE tendrá prioridad sobre las industrias privadas para producir energía eléctrica, además de dejar al final el uso de energías limpias

De acuerdo a lo expresado por el Presidente López Obrador ahora la energía eléctrica será más barata y no habrá más ‘apagones’.
Todos los contratos vigentes con empresas privadas han quedado en suspenso, hasta su nueva revisión. Y se cancela todo permiso de autoabastecimiento por la Comisión Reguladora de Energía.
“(Los convenios) deberán ser revisados a fin de garantizar su legalidad y el cumplimiento del requisito de rentabilidad para el gobierno federal”, se plantea en el dictamen aprobado.
El diputado morenista Porfirio Muñoz Ledo, fue ignorado en su planteamiento de revisar con mayor detenimiento la propuesta del Presidente López Obrador ante los problemas internacionales que significa la nueva reforma eléctrica.
“La construcción a lo largo de tres decenios de acuerdos mundiales sobre el uso de las energías fue un problema político y diplomático de una enorme complicación, yo digo que la construcción del acuerdo mundial fue más complejo que la creación de las naciones y ahora México, por necesidades de corto plazo, esta desafiando ese acuerdo mundial y eso me preocupa profundamente. Entiendo las motivaciones, pero no estoy de acuerdo en las decisiones”, expreso Muñoz Ledo en entrevista para el diario El Universal, tras anticipar que al gobierno de México se le vienen encima demandas millonarias por romper los acuerdos internacionales y violar el T-MEC.
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