La imagen de una madre arrodillada, llorando frente al Presidente de México, pidiendo conocer el paradero de su hijo nos muestra que en México la herida no cierra: hay todavía más de 40 mil desaparecidos.

El gobierno de Andrés Manuel López Obrador todavía no sabe por dónde empezar. Quizá por ello, AMLO ofreció, en medio de gritos de dolor de madres de familia como María Isela Vázquez, -arrodillada y llorando-, que en México habrá justicia. Los dolientes en cambio le reclamaron que su gobierno actúa igual que los anteriores, a los que crítica.

La oferta de justicia es una tarea complicada en un país donde los índices de violencia rebasan a los de sexenios anteriores, pues en el primer semestre del gobierno de AMLO la cifra alcanza ya los 17 mil 500 asesinatos, convirtiéndolo en el período más violento de la histórica contemporánea mexicana.

Vamos, y así inicio mi intervención, vamos a seguir teniendo estas reuniones periódicamente, cada tres meses nos vamos a reunir aquí para que, entre todas, entre todos avancemos en el propósito de encontrar a los desaparecidos por la violencia.

No voy a ocultarme, voy a dar la cara siempre. Por difícil que sea, por doloroso que sea, por incómodo que sea, voy a estar siempre dando la cara y tratando con ustedes este lamentable asunto” afirmó López Obrador tras dar a conocer un programa más amplio para las búsquedas e identificación de cuerpos.

El gobierno federal, tras reconocer que está rebasado ante el problema, anunció una inversión inicial de 410 millones de pesos para construir 5 institutos forenses y 15 panteones más en México

Familiares de desaparecidos le gritaron a AMLO ante la inacción de su gobierno frente al problema.

La organización El Día Después que encabeza el director y actor de cine Diego Luna, metió el dedo en la llaga días antes del 10 de mayo de este año, al llamar a las movilizaciones nacionales para ‘espabilar’ al gobierno de AMLO y dar respuesta a las miles de madres que lloran a sus hijos desaparecidos.

A falta de respuesta del gobierno, las familias han tenido que salir a buscar a sus hijos e hijas con el objetivo de encontrar verdad y justicia. Ante esto, se creó el Movimiento por Nuestros Desaparecidos, integrado por más de 65 colectivos en más de 20 estados de la República Mexicana, formado principalmente por madres que han tenido que soportar intimidaciones, hostigamientos y extorsiones para emprender la búsqueda de sus seres queridos.

En México hay más de 40 mil hijos e hijas desaparecidos, por lo que el 10 de mayo ha dejado de ser un día de celebración para muchas madres y se ha convertido en un día de exigencia por la verdad y la justicia”, expuso la organización que lanzó la etiqueta:  #10deMayoNadaQueCelebrar.

Un video viralizado el fin de semana, donde se observa a un detenido -por el caso de los 43 de Ayotzinapa- siendo torturado por agentes policiacos para hacerlo ‘confesar’ derivó en un nuevo escándalo que derriba la llamada “verdad histórica” que el ex procurador José Murillo Karam, en el mandato de Enrique Peña Nieto, se empeñó en propagar.

Tras circular el video en redes, Carlos Gómez Arrieta renunció al cargo de subsecretario de Seguridad Pública de Michoacán. Era uno de los torturadores.

¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!“, fue el grito colectivo más coreado por los dolientes, ahora en Palacio Nacional, cara a cara con el nuevo Presidente de México que aseguró durante el evento, para dar a conocer el llamado Sistema Nacional de Búsqueda, que está vez sí habrá justicia.

Los gritos permanentes de las madres y familiares de los desaparecidos han sido directos para señalar que no ven diferencias entre los gobiernos anteriores y el actual. La sanación de una población herida, tras una estúpida guerra contra el narcotráfico iniciada por el panista Felipe Calderón y seguida por Enrique Peña Nieto, tardará.

México sigue ahogándose en sangre.