La tensión militar entre Rusia y la OTAN (la Alianza Atlántica) lejos de rebajarse tras una cumbre diplomática celebrada ayer en Bruselas, tras dos años de no reunirse ambos, terminó por volver a provocar nuevos roces por Ucrania y la seguridad de Europa.

La OTAN advirtió a Rusia que no tiene ningún derecho de veto para evitar que Ucrania se integre a sus filas -que encabezan Estados Unidos y la Unión Europea- , mientras que Rusia insistió en que no está de acuerdo con que Ucrania y Georgia ingresen a la Alianza Atlántica.

Solo Ucrania y los 30 aliados decidirán cuándo ese país cumple las condiciones para que ingresar en la OTAN, Rusia no tiene ningún derecho de veto (…)

Cada nación debe elegir su camino y su propio destino. Lo contrario es reintroducir la idea de esferas de influencia, lo cual es un camino muy peligroso. Estamos dispuestos a sentarnos a hablar, pero no a negociar principios”, expresó Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, en respuesta a los reclamos de Rusia para evitar que dos de su exrepúblicas forman parte ahora de la alianza militar occidental, según registra el diario El Mundo.

Stoltenberg también expuso que la seguridad de Europa está siendo comprometida, en relación a la postura beligerante de Bielorrusia y la anexión de la península de Crimea, tras una invasión militar de Rusia a Ucrania.

Desde el año 2002 quedo instaurada la reunión del Consejo de la OTAN y Rusia, como una fórmula de diálogo permanente para disolver diferencias tras la llamada Guerra Fría; aunque desde 2016 se han dado 10 reuniones tras la anexión de Crimea por Rusia

Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, advirtió a Rusia que no puede evitar que las naciones que así lo quieran sean aliadas de la OTAN.

Las tensiones comenzaron a incrementarse ese lunes luego de una fallida reunión diplomática entre Estados Unidos y Rusia, celebrada en Ginebra, Suiza, para abordar la situación de Ucrania. Rusia está molesta porque Ucrania y Georgia puedan integrarse a la OTAN, pues considera que eso representa un “peligro” para sus fronteras.

A al par de su participación en la cumbre diplomática, Rusia incrementó desde el martes sus ejercicios militares en la frontera con Ucrania, en las regiones de Belgorod, Briansk, Voronezh y Smolensk.

No hay ninguna relación entre estas cosas. Estamos hablando de nuestras unidades, nuestros distritos militares y nuestro territorio”, justificó Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, en conferencia de prensa, según registra la agencia DPA.

Rusia ha insistido en que no tiene ninguna intención de atacar otra vez militarmente a Ucrania, como ya ocurrió en 2014 cuando se anexionó la península de Crimea.

Actualmente la península de Crimea, que antes de la invasión rusa era un sitio turístico y de descanso, es una base militar por su posición estratégica en el mar Negro -que comparten Rusia, Ucrania, Turquía, Rumania y Bulgaria-.