Alejandro Pérez Benítez, joven que sobrevivió al ataque armado de militares en un retén de Nuevo Laredo, relató que luego de que los soldados acribillaron a sus acompañantes en una camioneta, otros seis jóvenes, a él intentaron rematarlo

“Yo nomás que escuchaba que me mataran, que me mataran. Ya nomás cuando volteé pa’ todos lados ya estaban todos muertos”, aseguró Alejandro en entrevista para la cadena de noticias N+.

Alejandro regresaba a su casa, junto con su hermano y cinco amigos más, luego de acudir a una fiesta en la ciudad de Nuevo Laredo. Viajaban en una camioneta cuando se toparon en la madrugada con un retén militar. Los soldados acribillaron a cinco, dejaron a uno herido gravemente y Alejando resultó ileso.

Alejandro -hermano de Gustavo quien murió acribillado- aseguró que al toparse con los militares en calles de Nuevo Laredo, se dieron la vuelta, pero que los soldados los chocaron por detrás, para después dispararles sin razón. 

“Nomás llegaron y nos balacearon toda la troca, me alcancé a bajar y me arrodillé. Yo iba atrás del chofer”, aseguró el joven sobreviviente.

El diario español El País obtuvo acceso de la autopsia que revela que los cuerpos tienen entre 10 y 12 heridas de bala e incluso uno tiene un tiro en la sien.

Dos días luego de la masacre de los jóvenes, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) aceptó que cuatro soldados dispararon sin orden previa, por lo que están investigando.  

“Escuché que varios elementos accionaron sus armas de fuego, sin que yo diera tal orden por lo que de manera inmediata vía alto frecuencia ordené alto al fuego”, declaró un militar que se identificó como el capitán Elío, tras reconocer que tras la inspección, los jóvenes no portaban armas ni habían cometido delito alguno, en un video que transmitió N+. 

La Sedena asegura en su comunicado oficial que los solados actuaron porque los jóvenes iban a alta velocidad y con las luces apagadas en un vehículo sin placas y “al escuchar un estruendo, el personal militar accionó sus armas de fuego”; algo que contradicen los vecinos del lugar que se enfrentaron a los soldados y fueron repelidos con disparos al piso y al aire como se registró en diversos videos que circulan en redes.

“Escucharon a los jóvenes solicitar auxilio y que en lugar de eso recibieron disparos a manera de rematarlos, tenemos videos que contradicen lo que dice este comunicado”, denunció  Raymundo Ramos, presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo.

Este miércoles se celebró el funeral de dos de los cinco jóvenes acribillados por militares; caso que se suma al asesinato de otro joven estudiante de la Universidad de Guanajuato y otros jóvenes en Chihuahua que también fueron atacados a tiros por soldados en retenes

Dos de los cinco jóvenes acribillados por militares en Nuevo Laredo ya fueron sepultados.

El periodista Carlos Manuel Juárez, del medio Elefante Blanco, registró que tras la masacre el capitán Elio le pregunto al sobreviviente Alejandro Pérez Benítez si quería vivir o morir. Y como respondió que quería vivir presuntamente le hicieron grabar un video donde se declara “culpable de huir” junto con sus amigos acribillados.

El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguro que el caso ya se investiga por la Fiscalía General de la República (FGR) y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), además de la propia Sedena para que se deslinden responsabilidades y “para que si resultan responsables los miembros del Ejército sean castigados”. 

Las víctimas fueron identificadas como Gustavo Pérez Beriles, Wilberto Mata Estrada, Jonathan Aguilar Sánchez, Gustavo Ángel Suárez Castillo (estadounidense) y Alejandro Trujillo Rocha. Otro joven llamado Luis Gerardo, está grave. Todos iban desarmados.

En menos de un año ya suman en México tres casos de asesinatos de jóvenes por militares durante retenes o persecuciones sin motivo, algo que ha llevado a la ONU ha exigir al gobierno de AMLO que la Guardia Nacional revise el uso de la fuerza letal, sin que exista hasta el momento una respuesta positiva.