Al igual que Maduro en Venezuela, Daniel Ortega se aferra al poder en Nicaragua provocando cada día un mayor deterioro a la calidad de vida, abusos y represiones en el país centroamericano que está harto del dictador.

El quinto paro nacional en Nicaragua, en rechazo a la dictadura de Ortega, dejó ayer un país semiparalizado. Sólo los bancos decidieron no apoyar la huelga –por las amenazas de perder la licencia- y abrieron sus puertas aunque no hubiese gente. Los empresarios y organismos patronales del país apoyaron la protesta.

Lo calificaría como un rotundo éxito. Las valoraciones no solamente lo ocurrido en Managua, sino también en todos los departamentos, ha sido una respuesta de la población general en solidaridad con los presos, por su liberación de ellos y por la memoria de Eddy Montes”, aseguró Juan Sebastián Chamorro, uno de los principales líderes opositores a Ortega, según consigna el diario nicaragüense La Prensa.

Bajo el lema ‘Vamos a paro por la libertad de todos’, la huelga reclama la liberación de detenidos por protestar contra el régimen

Aspecto general de Managua durante el paro nacional. el mensaje fue contundente para el dictador Daniel Ortega.

El movimiento Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia fue el responsable de convocar al paro nacional de 24 horas, apoyado por el Consejo Superior de la Empresa Privada y la Cámara de Comercio Americana de Nicaragua, además de pequeños y medianos empresarios, medios de comunicación, partidos políticos, organizaciones civiles y ciudadanos de a pie.

Ortega ha sostenido la represión contra los nicaragüenses desde poco más de un año en que comenzaron las protestas masivas para pedir su dimisión por afectar los derechos de la población con más impuestos y leyes injustas.

Las protestas iniciaron el pasado 18 de abril dejando en esa primera sublevación, según documentan diversos diarios y organizaciones civiles, al menos 63 personas asesinadas por el gobierno de Daniel Ortega durante la jornada de reclamos al gobierno.

El presidente Daniel Ortega lejos de recular ante los reclamos y las presiones internacionales ha emprendido ahora represalias contra el sector privado y los empresarios por apoyar las protestas. En 13 meses de protestas este es el quinto paro nacional que considera la suspensión de toda actividad económica y social.

Apenas el pasado lunes, tras las presiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Ortega liberó a 100 presos políticos, para cumplir parcialmente con un acuerdo celebrado con la Alianza Cìvica por la Justicia. Aún faltan de liberar 132 personas.

La crisis política que el pasado abril cumplió un año ha dejado al menos 325 muertos y más de 60 mil exiliados, según registra la CIDH en un informe especial sobre Nicaragua. Daniel Ortega sigue aferrado al poder con el apoyo del Ejército.