Luiz Inácio Lula da Silva, nuevo presidente de izquierda de Brasil, tomó posesión este domingo con una gran fiesta en las calles de Brasilia, la capital del país que gobernará por tercera ocasión a sus 77 años luego de derrotar a su rival ultraderechista Jair Bolsonaro.

Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores (PT), tomó posesión junto con Geraldo Alckmin, su vicepresidente y antiguo opositor político, con la ausencia de su antecesor Jair Bolsonaro, quien se negó a entregarle la banda presidencial.

Asumo el compromiso junto al pueblo brasileño de construir un país de todos y para todos (…) Vamos a reconstruir a Brasil (…) El amor venció al odio ¡Viva Brasil!”, expresó Lula da Silva en un mensaje a la nación.

Lula da Silva tomó posesión de su cargo como presidente de Brasil, el 1 de enero de 2023, por tercera vez tras haber ejercido durante dos períodos consecutivos entre 2003 y 2010

Seguidores de Lula da Silva celebran en Brasilia, la capital del país, el regreso del político de izquierda que gobernará Brasil por tercera ocasión a sus 77 años.

El político de izquierda recibió felicitaciones de personajes como el presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien a través de su cuenta de Twitter celebró la llegada de Lula da Silva al poder.

Orden y Progreso: Brasil hace honor a su lema. Felicitaciones querido presidente, querido amigo Lula, por su toma de posesión. ¡Estamos juntos!”, tuiteó Macron.

A la investidura del político líder del Partido de los Trabajadores, asistieron el rey de España, Felipe VI, y los presidentes de Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay, Uruguay, Alemania y Portugal.

El expresidente Jair Bolsonaro, quien emigró a Florida, Estados Unidos, no reconoce el triunfo de Lula da Silva -que lo derrotó en la segunda vuelta electoral en octubre de 2022, con apenas una diferencia de 1.8 puntos en las votaciones- , y ha llamado a sus seguidores a seguir con acciones de radicalización contra el ‘comunismo’ de Lula da Silva.

Desde noviembre de 2022, tras la derrota electoral, los bolsonaristas han provocado bloqueos carreteros, además de congregarse en las afueras de cuarteles militares en Río de Janeiro, Sao Paulo y Brasilia para exigir a los militares deponer a Lula da Silva tras el ‘fraude electoral’.