A cinco meses de las elecciones, Luiz Inácio Lula da Silva, expresidente de Brasil, arrancó su campaña por la candidatura a la Presidencia este fin de semana durante un acto multitudinario en Sao Paulo. Competirá contra Jair Bolsonaro, actual presidente.

La última encuesta electoral en Brasil, realizada por la casa Ipepse, otorga a Lula 54 por ciento de las preferencias frente al 34 por ciento para el actual presidente Jair Bolsonaro.  El resto de los candidatos no alcanza ni el 10 por ciento de la intención de voto.

Lula competirá con Geraldo Alckim, su exrival derechista, como candidato a la Vicepresidencia. Alckim, hoy alcalde de Sao Paulo, se enfrentó a da Silva en 2006, pero ahora está de su lado; como muchos otros políticos de la derecha -y militantes- ya está harto del gobierno caótico de Bolsonaro.

Queremos un movimiento cada vez más amplio. Ese es el sentido de nuestra unión. No sólo para la victoria, sino para la reconstrucción de Brasil, que será más difícil que ganar las elecciones”, afirmó Lula da Silva en su arranque de campaña por el Partido de lso Trabajadores, según registra el diario El Mundo.

Lula estuvo encarcelado de abril de 2018 a septiembre de 2029, luego de ser acusado por corrupción al aceptar un lujoso apartamento en la costa de Guarujá, como soborno de la constructora OAS por contratos petroleros millonarios; al final fue absuelto

Lula da Silva no ha perdido aún la popularidad en Brasil, pese a su estancia en prisión acusado de corrupción.

Jair Bolsonaro, un militar de ultraderecha declarado admirador de Trump y la ‘mano dura’, ganó las elecciones presidenciales en 2018, y desde entonces ha hundido a Brasil en una crisis permanente, además de ser uno de los peores presidentes del mundo para gestionar la pandemia.

Las próximas elecciones serán un gran test para la democracia, sin Lula no habrá alternancia de poder en el país”, ha expuesto Alckim, nuevo aliado de Lula con el cual se intenta enviar un mensaje de tranquilidad a los mercados financieros ante el eventual regreso de la izquierda al poder.

Las promesas de campaña de Lula más que abordar asuntos nuevos se centraron en “recuperar” lo perdido por la caótica gestión de Bolsonaro, como la lucha contra la pobreza o más inversión en educación, por ejemplo.

Lula da Silva gobernó Brasil de 2003 a 2011 y colocó al país como la sexta economía mundial.

El país necesita calma y tranquilidad para trabajar y vencer las dificultades actuales. Que nadie nunca más se atreva a desafiar la democracia y que el fascismo sea devuelto a la basura de la Historia de donde nunca debería haber salido”, resumió Lula en su acto de campaña rumbo a las elecciones presidenciales del 2 de octubre.

  • Fotos: AP/Especial