El asesinato de dos curas jesuitas la semana pasada por un narcotraficante en Chihuahua, ha endurecido el mensaje de la Iglesia Católica contra el presidente Andrés Manuel López Obrador a quien le reclaman paz y justicia, además de pedir que cambie su estrategia de ‘abrazos, no balazos’ frente al crimen organizado y el narcotráfico .
“El asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora refuerza el llamado a examinar la estrategia de seguridad en México, pues vivimos una ola de violencia histórica: el número de asesinatos en lo que va del sexenio supera las 122,000 personas”, es parte del mensaje editorial de la Arquidiócesis de México en la editorial del semanario Desde la fe.
En la comunidad de Cerocahui, Chihuahua, enclavada en la Sierra Tarahumara, los curas Javier Campos y Joaquín Mora fueron asesinados a tiros por un narco que perseguía a un guía de turistas que entró al templo de la comunidad para pedir auxilio.
Tras el asesinato múltiple en el interior del templo, el narco José Noriel Portillo ‘El Chueco’, se llevó los cuerpos de los jesuitas y el guía de turistas. Días luego fueron encontrados tirados en una carretera rumbo a la ciudad de Creel.
“Queremos justicia y queremos paz. Queremos un México seguro y queremos ver el fin de esta vergonzosa impunidad. Si en 72 horas lograron recuperarse los cuerpos de 2 sacerdotes y un laico, y avanzar en las averiguaciones, ¿por qué no hacer esto con tantos y tantos casos impunes?
“El nivel de impunidad en México es muy alto; la presión de la opinión pública motiva a las autoridades a resolver contados casos mediáticos, pero, ¿qué pasa con las miles de familias que, además de fracturarse con el asesinato de un ser querido, nunca verán justicia?”, se expone en la editorial del semanario Desde la fe de este domingo.
Apenas la semana pasada, un día antes del asesinato de los curas por El Chueco -hoy prófugo de la justicia que ofrece 5 millones de pesos por datos para su captura-, otra editorial ya perfilaba los reclamos de la Iglesia Católica

“Ésta ha sido una semana de terror en México. La violencia crece como la espuma, y parece que no hay forma de detenerla: balaceras, secuestros, asesinatos de líderes sociales, amedrentamientos y terror en comunidades, desapariciones, extorsiones y otros males que lastiman en lo más profundo a nuestro pueblo.
“Las raíces sociales se han pervertido, al grado de que algunas autoridades -cuya obligación constitucional es proteger la vida, dar seguridad a la sociedad y salvaguardar los bienes de sus gobernados- están profundamente coludidas con los criminales, y las que aún no lo están, temen aplicar la ley, pues está de por medio su vida y la de su familia. ¡Vivimos un infierno!”, fue parte de la editorial de la Arquidiócesis de México el pasado 19 de junio, un día antes del asesinato de los jesuitas.
En tres años y medio bajo el mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador ya suman 121 mil 646 homicidios, frente a los 120 mil 464 que se registraron en mismo periodo bajo el mandato del expresidente Felipe Calderón que inició la guerra contra el narco.
Y su estrategia de ‘abrazos, no balazos’ cada día enfrenta más reclamos por la inacción del Estado ante la matanza y el terror cotidiano provocado por los narcos y el crimen organizado.
- Fotos: Desde la fe/Archivo
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