La oenegé ambiental Greenpace México ‘clausuró’ ayer un tramo de las obras del polémico Tren Maya. Ocho activistas ambientales inmovilizaron la maquinaria utilizada para talar parte de la selva en Quintana Roo, como parte del Tramo 5.

La protesta pacífica se suma a la que ocurrió la semana pasada, a través de un video, por personalidades del espectáculo, como Eugenio Derbez, a quienes el presidente Andrés Manuel López Obrador ha calificado de “fifís” y “pseudoambientalistas”.

“Si este proyecto sigue sin considerar los impactos en el medio ambiente, perderemos la riqueza natural que ha puesto a México como uno de los países más hermosos. Los cenotes que albergan vida, se destruirán. Las especies como el jaguar, símbolo de la herencia cultural maya, se quedarán sin su único hogar.

Cada día que pasa, la destrucción de la selva maya avanza. Es imperdonable ser testigos de esto, desde cualquier parte de México, y no hacer nada”, recrimina Greenpace México desde su página web.

Greenpace está promoviendo la firma de un documento contra la construcción del Tren Maya, uno de los proyectos emblema de AMLO; ya antes hizo una protesta en contra de la refinería Dos Bocas, otra obra emblema del actual gobierno, por devastar un manglar

Una activista de Greenpace México durante la inmovilización de maquinaría para abrir paso en la selva al Tramo 5 del Tren Maya.

El Tren Maya ha desatado protestas desde su anuncio pues los pueblos originarios, a los que dice ‘defender’ el gobierno de AMLO, nunca fueron tomados en cuenta en las consultas hechas a modo para arrancar una obra sin trazos claros, sin estudios de impacto ambiental y otra serie de irregularidades.

Nos preocupa que no exista una Manifestación de Impacto Ambiental, lo cual, además de incurrir en un acto ilegal, está dando paso a daños irreversibles en el ecosistema. Esta ruta, tal como está planteada, fragmentará, deforestará, contaminará y pondrá en riesgo aún más a la selva, a los ríos y a las comunidades”, declaró Aleira Lara, directora de Campañas de Greenpeace México, a través de un comunicado.

El tramo ‘clausurado’ este lunes considera una longitud de 121 kilómetros de vía doble, cinco estaciones y tres paraderos que se pretende vayan desde el aeropuerto de Cancún hasta el libramiento con Tulum.

En 2021 la Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch’ Xíinbal presentó un amparo contra las obras por considerar que la Secretará del Medio Ambiente federal (Semarnat) y el Fondo Nacional de turismo (Fonatur) no han presentado ningún informe para explicar sobre los impactos de la obra en las comunidades indígenas.

Apenas el pasado 9 de marzo de este año el Tribunal Colegiado en Materias del Trabajo y Administrativa del Decimocuarto Circuito determinó la suspensión definitiva de la manifestación de impacto ambiental y las obras de edificación del tren. Algo que AMLO no reconoce.