El partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN por sus siglas en francés), de Marine Le Pen, se alzó con la victoria en las elecciones legislativas primarias de este domingo, con un 33.15 por ciento de los votos.

Para obtener la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional o Congreso, el RN debe de ganar nuevamente en las elecciones de la segunda vuelta programadas para el próximo 7 de julio.

“Necesitamos una mayoría absoluta”, llamó Le Pen a los franceses, según registra la agencia AFP, durante las celebraciones por el triunfo que ha hecho desaparecer prácticamente al bloque oficialista del partido Renacimiento, que lidera el actual presidente Emmanuel Macron.

RN y sus aliados de derecha obtuvieron el 33.2 por ciento de los votos, dejando a la alianza de Macron con otros partidos afines, denominada Juntos por la República, quedó desplazada hasta el tercer lugar, al lograr apenas el 20.4 por ciento de los votos, siendo desplazada por la coalición de partidos de izquierda agrupados en el bloque Nuevo Frente Popular, que obtuvo el 27.99 por ciento de los votos, de acuerdo a las cifras oficiales del Ministerio del Interior.

La ultraderecha no es dominante en Francia desde la liberación del país de la ocupación nazi en 1945, durante la Segunda Guerra Mundial; aunque la ultraderecha sigue avanzando en otros países europeos como Italia, Hungría o Países Bajos

Marine Le Pen, fundadora de RN, y su yerno Josep Bardella, actua líder naconal de RN, en cun cartel político de propaganda.

De acuerdo a las cifras estimadas por las casas encuestadoras, la extrema derecha podría ocupar entre 230 y 280 escaños en la Asamblea Nacional. Para lograr la mayoría absoluta necesitan 289 escaños. Algo que buscarán lograr en la segunda vuelta.  

“Frente a la Agrupación Nacional , es hora de una amplia unión claramente democrática y republicana para la segunda vuelta”, urgió el Presidente Macron ante la devastadora derrota.

Estas elecciones anticipadas fueron convocadas por el propio Macron luego del avance de la ultraderecha en la Eurocámara,  el pasado 9 de junio.

La eurocámara quedará conformada por una mayoría de partidos de derecha, además del avance de la ultraderecha, relegándose a los partidos liberales, demócratas y de izquierda al final. La agenda anti-inmigrantes y el descontento por las políticas industriales y agrícolas inclinaron la balanza.