El historiador Enrique Krauze, acérrimo crítico de Andrés Manuel López Obrador, enfrenta desde hace una semana una serie de reclamos y acusaciones.

Tatiana Clouthier y el columnista Ricardo Sevilla, acusan abiertamente a Krauze,  uno de los más prominentes intelectuales mexicanos, de orquestar presuntamente una ‘campaña negra’ contra AMLO, con el apoyo económico del grupo Coppel y Alejandro Ramírez de Cinépolis.  Sevilla ha mostrado una serie de whatsapp donde lo incrimina. Krauze lo niega todo.

La historia comenzó con la publicación del libro Juntos Hicimos Historia, que escribió la ex coordinadora de campaña de AMLO, Tatiana Clouthier –ahora diputada federal-, en donde narra la presunta participación de Krauze en la trama de este compló contemporáneo.

Clouthier incluso señala a Krauze como artífice de la página Pejeleaks.org desde donde se publicaron ‘fake news’ de AMLO durante la campaña presidencial de 2018 para dañar su candidatura

Tatiana Clouthier, ex coordinadora de campaña de AMLO, desató la polémica contra Krauze con su libro ‘Juntos Hicimos Historia’.

Las acusaciones de Tatiana –según narra en el libro- se basan en el testimonio de un joven de 30 años que trabajó supuestamente para el Consejo de Comunicación, desde donde asegura salieron materiales de propaganda anti-AMLO en la campaña presidencial de 2018.

La Tía Tatis acusa directamente a Fernando García Ramírez, a quien señala como brazo derecho de Krauze, como orquestador de la ‘campaña negra’ en donde trabajaron 100 personas – entre periodistas, escritores, intelectuales y creativos- generando 20 guiones por día; y refiere que llegaron a pagar hasta 50 mil pesos por viralizar “videos o infamantes memes”, todo con el financiamiento de los hermanos Enrique y Agustín Coppel, entre otros empresarios anti-AMLO.

Más tarde descubrí que se trataba de trabajos que Fernando García Ramírez, mano derecha de Enrique Krauze, les ordenaba”, relata Clouthier en su libro para luego señalar que en el equipo Krauze-García estaban participando presuntamente los periodistas Pablo Hiriart, Ricardo Alemán y Julio Madrazo. Aunque no aporta pruebas. Sólo concluye que todos son anti-AMLO.

El señalamiento directo  a Enrique Krauze, está en una parte del libro donde Clouthier relata con reservas.

Se presume que Agustín Coppel se reunió con Enrique Krauze para encargarle que prepararan contenidos intelectuales más refinados. La encomienda le fue asignada a Fernando García Ramírez, columnista de El Financiero y miembro del consejo editorial de Letras Libres, publicación dirigida por Enrique Krauze“, escribe Clouthier, quien  concluye que entonces Krauze le encargó el trabajo a Fernando García, ex consejero de Letras Libres y columnista del diario El Financiero.

Luego de los señalamientos, Krauze envío un email a Aristegui donde acusa que es ‘blanco de una persecución desde el poder’. Y más tarde emitió un tuit contra Clouthier

Krauze reviró a Clouthier que ejercerá acciones legales en su contra por difamación.

Tatiana, la hija de mi amigo y compañero Manuel Clouthier, publica un libro en el que me difama. Todas sus afirmaciones son mentiras. Me reservo el derecho de actuar legalmente”, tuiteó Krauze el 14 marzo.

 

Una cadena de whatsapps

La revelación más contundente, pero no exenta de claroscuros, es la del académico, escritor y columnista Ricardo Sevilla, quien se declaró abiertamente como un mercenario, y envió una carta y una cadena de whatsapps a Aristegui Noticias el pasado 17 de marzo acusando a Krauze directamente.

El columnista  Ricardo Sevilla, muestra la ‘base de operaciones’ contra AMLO.

Según los testimonios de Sevilla –a quien Fernando García Ramírez contrató por 25 mil pesos al mes para realizar artículos en contra de AMLO, según demostró con una factura-, el verdadero organizador de la ‘campaña negra’ contra López Obrador no fue otro que Enrique Krauze.

Durante poco más de 18 meses trabajé en el equipo de Enrique Krauze en una estrategia antilopezobradorista para que el actual Presidente de México no triunfara en las elecciones que, finalmente –y pese a la despiadada campaña sucia que elaboramos en su contra–, terminaría ganando.

En octubre de 2016 fui reclutado por Enrique Krauze, director de Letras Libres y pagado por Coppel, a través de la A.C. Colección Isabel y Agustín Coppel, una asociación que presume estar comprometida ‘con la investigación y difusión del arte contemporáneo’ ”, escribió Sevilla en la carta entregada a la periodista Carmen Aristegui y a la que acompañó con una cadena de whatsapps donde están grabadas las conversaciones que sostuvo con Fernando García Ramírez.

La base de operaciones, según reveló Sevilla, fue un domicilio en el número 245 de la calle Berlín en Coyoacán, con la empresa Expertaria del panista Ricardo Rojo

Despechado porque no le cumplieron lo ofrecido e incluso no le pagaron un mes de trabajo, Sevilla decidió delatar el complot. En su declaración en radio con Carmen Aristegui, refirió que conoció a Krauze en 2016 en un desayuno y tras hablar de literatura, le invitó a trabajar con un grupo de “intelectuales de alto rendimiento“, entre quienes señala a Gabriel García Joll y Rubén Cota Meza, para crear textos que denostaran a López Obrador.

En los mensajes de whatsapp entregados por Sevilla, todos los textos se concentran en las conversaciones directas con Fernando García durante 2018, quien termina además señalándole que acusar a Krauze fue una mentira.

No entiendo, Ric. Dices que conociste a Krauze, y eso no es cierto ¿por qué? Lo que no acabo de entender es por qué la mentira. Tú nunca conociste a Krauze. Todo eso de pejeleaks es una fantasía tuya, ¿por qué lo hiciste, Ric?“, le recrimina en tono paternalista en el último mensaje de whatsapp García a Sevilla.

Esta cadena de whatsapps y la carta de Sevilla desataron una polarización en los medios de comunicación y entre columnistas, con periodistas hablando en contra de Krauze y otros más defendiéndole

El hombre del que parte esta información, el señor Sevilla, yo nunca lo conocí. No lo conozco, nunca lo he visto en mi vida (…) Ese equipo no es mío, ese equipo lo hizo Fernando García Ramírez. Es mi amigo, en efecto. Fue mi colaborador hasta 2016 (…)

Yo nunca maquiné nada, como dice el noticiero de Carmen Aristegui, a la cual por supuesto le pediré derecho de réplica. Nada contra López Obrador que no sea lo que he escrito en mis ensayos y libros desde 2005 para acá. Eso no es un maquinación, es una preocupación y crítica política perfectamente válida. Mi crítica ha sido siempre abierta, franca, pública”, se defendió Krauze en entrevista con Ciro Gómez Leyva, el pasado 18 de marzo.

Mensaje final de whatsapp entre Sevilla y Ricardo García, orquestador de la ‘campaña negra’ contra AMLO.

AMLO zanjó la polémica contra Krauze el mismo 18 de marzo en su conferencia mañanera de forma pragmática.

No queremos nosotros la polémica. Enrique Krauze es un buen historiador, tiene una postura política, no precisamente afín a la nuestra pero merece todo nuestro respeto. Yo he tenido con él algunas diferencias, pero tiene toda la libertad para expresarse y para manifestarse”, resolvió el Presidente de México.

Las redes no han parado de arder, y ahora los video y los “infamantes memes” se ceban en la figura de Krauze, quien no hace mucho tiempo describió a AMLO en un polémico ensayo que hizo historia.

Curiosamente, a fines de 2004 López Obrador se hizo fotografiar con un ejemplar de la biografía de santo Tomás de Aquino, en cuya Summa teológica (sic) la división de poderes no es siquiera imaginable. En esa visión orgánica del poder público (muy arraigada en la cultura política de los países hispánicos), la soberanía popular emana de Dios hacia el pueblo, y quien debe interpretarla correctamente es la autoridad elegida por Dios. (Por eso ‘no había que meterse con las creencias de la gente’). ¿Y quién interpreta el divino poder de la ‘soberanía popular’? El líder social que se autodesignaba ‘el rayo de esperanza’: López Obrador”, describió Krauze en su ensayo ‘El Mesías Tropical’.

Ahora le han pasado a cobrar la factura.

  • Fotos: Especial
  • Intervención fotográfica: Ruleta Rusa