Con un 50.5 % de participación electoral de 425 millones de votantes, este proceso para elegir a los eudodiputados es el más concurrido en los últimos 20 años.
Las elecciones para renovar el Parlamento Europeo han dejado varias lecciones para la política actual, pues pese a que los partidos de centro-izquierda conservan la mayoría nuevamente, la ultraderecha avanza en la Unión Europea (UE).
En Francia, la ultraderecha en cabezada por Marine Le Pen ganó la mayoría, al igual que en Italia, mientras que el partido alemán Alternativa para Alemania (AfD) ganó dos posiciones inesperadas en su país.
“De ahora en adelante, las cosas se complican, porque ninguno puede vivir sin el otro para tener una mayoría funcional que sea lo suficientemente fuerte. Entonces los próximos días serán de gran interés: habrá que ver quién habla con quién y qué tipo de coalición puede hacer andas las cosas”, dijo Margrethe Vestager, comisionada de Competencia de la UE, a la DW.
La estimación de participación se sitúa en el 50,5%, 8 puntos más que en 2014. Es la cifra más alta en 20 años y el primer aumento significativo desde las primeras elecciones en 1979

Grosso modo el Partido Popular Europeo (PPE) ganó las elecciones al Parlamento Europeo (PE) y se convertirá en la primera fuerza de la Eurocámara con 180 escaños, aunque perdería 36 con respecto a la legislatura pasada, según los resultados provisionales dados a conocer por la Eurocámara. Mientras que la Alianza de los Socialistas y Demócratas europeos (S&D) será el segundo grupo mayoritario.
Las preocupaciones de la UE continúan respecto al avance de grupos euroescépticos, inclinados a la ultraderecha, en Francia, Italia, Reino Unido, Polonia y Hungría. En todos estos países la fuerza de los grupos anti-inmigrantes y pro-rupturistas de la UE –aprovechando el caos por el Brexit inglés- genera nueva alertas ante el desgaste de la democracia cristiana y la social democracia, las dos grandes fuerzas políticas que han empujado a la UE durante dos décadas.
- Fotos: Parlamento Europeo/Reuters