El gobierno de Miguel Díaz-Canel echó abajo dos días el servicio de Internet en la isla y aunque ayer regresó, con restricciones, ha ordenado el bloqueo de redes sociales y Whatsapp para evitar que los cubanos hartos de la dictadura se organicen en nuevas protestas masivas.

Es verdad que faltan datos (móviles), pero faltan medicamentos también”, justificó ayer Bruno Rodríguez Parrilla, ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, luego de acusar al gobierno de Estados Unidos de promover la etiqueta #SOSCuba para ‘incitar’ a las protestas en la isla, de acuerdo a la agencia AFP.

En contraréplica, el gobierno de Estados Unidos hizo un llamado a Cuba para que se permita la libre manifestación, se reestablezcan los derechos y garantías, además de abrir los canales de comunicación digital y permitir que los medios de comunicación opositores informen libremente.

Cerrar el acceso a la tecnología, cerrar los canales de información, eso no hace nada para responder a las necesidades y legítimas aspiraciones del pueblo cubano”, expresó Ned Price, portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, según registra la agencia AFP.

Pese a las restricciones en las comunicaciones digitales y la telefonía móvil, cientos de personas han logrado burlar al gobierno para seguir organizándose. El Internet libre llegó a la isla apenas en 2018 y ha sido factor clave para movilizaciones y protestas con eco mundial.

Hoy el ‘apagón digital’ está afectando no sólo a los millares de manifestantes que exigen fin la dictadura, sino a la vida cotidiana resintiendo principalmente quienes realizan trabajo en casa o toman clases a distancia por la pandemia

Jóvenes cubanas se comunican a través de las redes sociales y por llamadas telefónicas durante las protestas.

La decisión del gobierno de Díaz-Canel es evitar que se difundan más vídeos en tiempo real, con gente protestando, además de evitar que los inconformes con la dictadura instaurada desde 1959 por Fidel Castro, se organicen y realicen nuevas movilizaciones.

Adicionalmente a esta restricción, Díaz-Canel ha llamado a sus partidarios a tomar las calles para “defender la Revolución” y enfrentar a los manifestantes. De los choques entre ambos grupos ya ocurrió la primera muerte de un manifestante.

La oenegé Human Rights Watch lleva un registro de al menos 150 personas detenidas de las que nadie sabe nada, desde que estallaron las protestas el pasado domingo en la localidad de San Antonio de Baños y se extendieron por todo el país por el hartazgo ante el hambre, la crisis sanitaria y la represión.