A dos meses de iniciar su mandato como presidente de Estados Unidos, Joe Biden enfrenta su primera gran crisis migratoria.

Las deportaciones de centroamericanos, han rebasado al el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por sus siglas en inglés). México se ‘solidariza’ con Estados Unidos y cierra la frontera sur con Guatemala, mientras se llena de expulsados en las ciudades de la frontera norte.

La frontera no está abierta. La mayoría de los individuos continúan siendo expulsados bajo la autoridad de salud pública de los Centros para el Control de Enfermedades”, informó ayer a través de un comunicado Tae Johnson, director general del ICE, según registra la agencia EFE.

La nueva política migratoria instaurada por Biden, al ofrecer regularizar a 11 millones de migrantes en Estados Unidos, a más de 650 mil dreamers, y ampliar las peticiones de asilo ha generado una avalancha de migrantes centroamericanos en búsqueda del llamado ‘sueño americano’.

Durante la semana pasada se generó una polémica en Estados Unidos por la crisis fronteriza, que llevó a legisladores republicanos a reclamar a Biden por su nueva política que ha creado el conflicto al sobresaturarse los centros de detención.

Puedo decir claramente: No vengan (…) No dejen su ciudad o comunidad”, declaró Biden en una entrevista con ABC News, el pasado martes, dirigiéndose a los migrantes.

Pese a la expulsión de más de 57 mil migrantes tan sólo en febrero, la administración de Biden no logra darse abasto. Como una medida emergente se destinaron casi 87 millones de dólares para rentar hoteles y dar asilo a los más de 40 mil migrantes que aún permanecen detenidos. Además de plantearse, de forma temporal,  un centro especial en Dallas, Texas para los 8 mil 800 menores de edad migrantes que han sido detenidos y están bajo resguardo del Departamento de Salud y Servicios Humanos.

Ahora del lado mexicano también están sufriendo las consecuencias las personas varadas y los habitantes locales, principalmente en Ciudad Juárez, pues se están concentrando un número importante de expulsados. México tiene un acuerdo con Estados Unidos para ‘asilar’ a migrantes mientras esperan la resolución judicial a su petición de asilo.

En febrero fueron arrestadas unas 100 mil personas en la frontera sur de Estados Unidos, entre ellas 9 mil 457 menores no acompañados, un aumento del 28 por ciento respecto a enero, según datos oficiales

El ‘blindaje’ en la frontera sur de México comenzó este fin de semana para impedir nuevamente el paso de migrantes.

Desde este fin de semana la frontera sur de México está ocupada nuevamente por elementos de la Guardia Nacional y personal del Instituto Nacional de Migración (INM) para impedir el paso de más migrantes centroamericanos.

La versión del gobierno mexicano es que la medida de impedir el paso a migrantes que cruzan rumbo a Estados Unidos obedece a un tema ‘sanitario’ para evitar la propagación del Covid,

El @GobiernoMX despliega operativo al sur de  para salvaguardar #DDHH e integridad de la niñez migrante; en enero-marzo se identificaron a 4 mil 180 #NNA, algunos de ellos usados por redes de criminales para llegar al norte del país”, tuiteó desde la noche del viernes el INM para justificar la medida.

La ‘solidaridad’ repentina del gobierno mexicano ha sido atribuida al apoyo de Biden para liberar un lote de 2.7 millones de vacunas antiCovid del laboratorio AstraZeneca con rumbo a México. Algo que ambos países han negado.

El último blindaje de la frontera sur mexicana se dio en enero de 2020, tras casi dos años de permanente expulsión de migrantes centroamericanos tras las amenazas de aranceles por parte del entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a su homologo mexicano Andrés Manuel López Obrador.