Argentina está agonizando ante las deudas, el hambre y una crisis política que ha orillado al gobierno de Mauricio Macri a pedir tiempo para cumplir con el pago al Fondo Monetario Internacional y otros acreedores.
Macri ha emitió el llamado Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), que entra en vigor este viernes, para habilitar el aplazamiento de pagos a deudas por vencer con el FMI y acreedores privados que reclaman 10 mil millones de dólares. Las protestas callejeras volvieron a Buenos Aires.
Macri y el candidato ganador de las elecciones en la primera vuelta, el peronista Alberto Fernández, se acusan mutuamente de generar desestabilización y miedo. Fernández ha criticado duramente el programa de austeridad pactado por el FMI y Macri; y es acusado por el gobierno –aunque sin pruebas- de pedir al FMI suspender la entrega de más dinero al actual gobierno. Lo que agrava el problema por los desencuentros políticos.
La crisis económica ha llevado a una devaluación del peso argentino que está a un tipo de cambio de 60 pesos por dólar, una inflación del 50 % anual y una tasa de desempleo del 10 %; hoy uno de cada tres argentino es pobre

Ante el hundimiento de su moneda, el Banco Central de Argentina ha restringido el financiamiento a pesos a las grandes empresas exportadoras para obligarlas a vender dólares.
“Con respecto a la operación de la deuda anunciada hoy por las autoridades argentinas, el personal del Fondo está en proceso de analizarlas y evaluar su impacto. El personal entiende que las autoridades han tomado estos pasos importantes para hacer frente a las necesidades de liquidez y para salvaguardar las reservas“, anunció el FMI en un comunicado oficial.
Mientras el pleito político y los anuncios económicos sacudieron las cúpulas y los mercados, en la ciudad de Buenos Aires miles de argentinos agrupados en diversas asociaciones y sindicatos salieron a tomar las calles para protestar contra Macri generando bloqueos y caos. Exigieron al gobierno: “medidas urgentes contra el hambre”.
Desde noviembre de 2018 Macri logró un préstamo de 57 mil millones de dólares del FMI, dinero del cual está en espera de al menos 5 mil 400 millones en días próximos para evitar un colapso más grave. El FMI no ha dicho si entregará o no el dinero a Macri, quien estaría próximo a abandonar la presidencia tras la segunda vuelta electoral donde Alberto Fernández sigue siendo el favorito.
Macri llegó a la presidencia en 2015 con un tipo de cambio del dólar por debajo de los 20 pesos; cuatro años luego el dólar alcanza los 60 pesos, la deuda pública ha subido 100 % y la inflación ha pasado de un 21 % a más del 50 %. Con estas referencias llega a las elecciones de octubre, en una segunda vuelta, donde ya está decidida su salida, no su reelección.