Las diferencias entre Estados Unidos y China parecen insostenibles. Los desencuentros en los últimos años han derivado en una despiadada guerra comercial y ahora en un enfrentamiento sostenido por la pandemia de Covid-19.
Wang Yi, ministro de Exteriores de China, acusó este domingo que Estados Unidos está adoptando cada día una actitud más beligerante que puede derivar en conflictos internacionales serios, una nueva ‘Guerra Fría’.
“Algunas fuerzas políticas de Estados Unidos están tomando como rehén las relaciones entre China y Estados Unidos y empujando a nuestros dos países al borde de una nueva ‘Guerra Fría‘ (…)
“Además de la devastación causada por el nuevo coronavirus, un virus político se propaga en Estados Unidos. Este virus político aprovecha todas las ocasiones para atacar y difamar a China”, dijo Wang, sin abundar en detalles o mencionar directamente al presidente Donald Trump, según reporta la agencia AFP.
Ambas potencias mundiales se disputan el control del orbe y para ello han emprendido varias acciones que están minando las relaciones entre ambas naciones. Desde la imposición de aranceles, pasando por los vetos o sanciones a empresas, la disputa por el control de la tecnología 5G, los apoyos encontrados en la rebelión de Hong Kong, las diferencias por Taiwán -que Estados Unidos reconoce como nación y China dice es territorio rebelde- y recientemente el continuo enfrentamiento con acusaciones mutuas de haber creado el Covid-19 en laboratorios son parte de las diferencias.
“Lo quiero decir aquí: no perdamos más tiempo precioso y no ignoremos las vidas. Lo que China y Estados Unidos necesitan hacer es aprender del otro y compartir su experiencia en la lucha contra la epidemia, y ayudar a otros países a luchar contra ella”, llamó en tono más conciliador el ministro Wang Yi.
En la disputa contra China, Trump ha insistido en que el país asiático no hizo lo suficiente para contener el brote de Covid-19 que ha derivado en una pandemia catastrófica. E insiste en fiscalizar a China y a la Organización Mundial de la Salud (OMS) para deslindar responsabilidades.
Frente a las acusaciones, el Instituto de Virología de Wuhan ha desmentido la versión de Estados Unidos, al igual que la comunidad científica que determinó que el virus pasó de un animal a un humano por el consumo de carne de un animal salvaje, reconociendo que sí tiene tres células vivas de coronavirus para estudio, pero que corresponden a murciélagos.
Al respecto el gobierno chino se ha mostrado dispuesto a que se investigue su actuación, además de ofrecer la vacuna contra el Covid-19 a todo el mundo una vez que logren tenerla.