El presidente Andrés Manuel López Obrador visitó por cuarta ocasión Badiraguato, tierra de El Chapo Guzmán y cuna del narco en México, donde llamó a cambiar el mote de la zona del ‘Triangulo Dorado’ por el de ‘Triángulo de la gente buena’.

Durante la visita de AMLO a Sinaloa en la zona narca, el convoy de prensa que cubre sus actividades fue detenido y revisado por hombres fuertemente armados vestidos de militares, pero el hecho no le mereció mayor comentario que declarar “no pasa nada”.

Al ser cuestionado sobre esta amenaza y el que muchos grupos armados del narco controlen varias zonas en el país sin que exista una respuesta del Estado mexicano, AMLO negó los hechos.

No, no, eso lo piensan los conservadores, yo no soy Felipe Calderón para que quede claro”, respondió este domingo el Presidente de México, en alusión al expresidente entonces panista quien comenzó una guerra contra el narco durante el sexenio 2006-2012.

En sus mensajes durante su visita a Sinaloa, el Presidente de México ofreció que en 15 días dará a conocer las causas que lo llevaron a liberar a Ovidio Guzmán, hijo de El Chapo, hace tres años durante el tristemente celebre ‘Culiacanazo’, donde se detuvo al narcojunior para luego dejarlo libre. Hoy la DEA ofrece 3.5 millones de dólares por su captura, lo mismo que por otros dos de sus hermanos.

México vive la peor ola de violencia en su historia contemporánea con un acumulado durante el mandato de AMLO de poco más de 115 mil asesinatos y más de 100 mil desaparecidos, masacres cotidianas e impunidad ante el asesinato de 63 periodistas

AMLO durante su cuarta visita a la tierra de los narcos, donde exaltó a su gente.

Apenas el viernes pasado ante los reclamos por el aumento de asesinatos y la violencia desbordada por el narco, López Obrador sostuvo que la mejor estrategia es la de ‘abrazos, no balazos’, por lo que no cambiará nada.

No vamos a cambiar la estrategia”, remarcó AMLO en su conferencia matutina tras volver sus peroratas sobre que todo es culpa de sus ‘adversarios’.

La cuarta visita a Sinaloa, específicamente a la zona narca para supervisar una carretera menor entre Badiraguato-Guadalupe-Calvo, deja abiertas nuevas polémicas. Como la primera ocasión en que fue a saludar a la madre de El Chapo, o cuando regresó durante el proceso electoral de 2021 para una reunión privada de la que no se sabe nada.

Esta visión de AMLO y sus acciones constantes para evitar enfrentar al narco o al menos detener las masacres y la violencia que ejercitan a diario contra los mexicanos, sigue reforzando la imagen de que México es un narcoestado.

Algo que no sorprende ya, pues desde 2021 desde Estados Unidos diversos políticos han reiterado su molestia por el trato especial que le da el Presidente de México a los grupos criminales.