El nuevo pleito de Andrés Manuel López Obrador contra ‘la mafia empresarial’ ha desatado una nueva controversia.
La élite empresarial mexicana, a la que acusa López Obrador de armar un plan para pactar la declinación de José Antonio Meade en favor de Ricardo Anaya, ha reaccionado frontal.
En un artículo sobre el tema el diario español El País revela que en esta nueva batalla los líderes empresariales van a realizar una campaña para despertar el miedo por la eventual llegada de AMLO a la Presidencia; y si Ricardo Anaya no reduce la brecha después del último debate del 12 de junio, entonces comenzarán a pactar con el tabasqueño.
“Los grandes directivos consideran que la llegada al poder del líder de Morena supondrá una ruptura con el statu quo actual y será dañino para la economía mexicana y, por ende, para sus intereses. El objetivo es aumentar en mayo la sensación de miedo ante la posible victoria de López Obrador y cerrar filas con el conservador Ricardo Anaya, garante de la continuidad”, asegura Javier Lafuente en su artículo para el diario El País.
Los encontronazos con el poder económico comenzaron el mes pasado cuando AMLO dijo que cancelaría los contratos del NAIM; lo que provoco que Carlos Slim saliera a enfrentar directamente a su ex aliado
La semana pasada López Obrador acusó a los empresarios Alberto Bailleres (presidente del Grupo Bal, dueño de Industrias Peñoles), Germán Larrea (Grupo México), Eduardo Tricio (Grupo Lala), Claudio X. González (presidente de Kimberly Clark México) y Alejandro Ramírez (líder del grupo Cinépolis y dirigente del CMN), de aglutinarse en su contra.
“Ya no van a tener el privilegio de mandar. Va a haber garantías para que no sean perseguidos, van a poder actuar con absoluta libertad, pero ya no podrán hacer negocios al amparo del poder y mediante la corrupción; eso ya se terminó”, ha enfatizado López Obrador, avivando el descontento entre la élite del sector empresarial.
Como respuesta el Consejo Mexicano de Negocios (CMN), lanzó un duro desplegado en todos los medios nacionales para desmentir al líder de Morena; algo que nuevamente ocurrió ayer, esta vez por el Consejo Coordinador Empresarial (CEE).
En sus planteamientos a la clase empresarial López Obrador ha descartado expropiaciones, y plantea una autonomía del Banco de México, además de no aumentar impuestos. Aunque sí ha sido directo al mencionar que separará el poder económico del poder político.
Antonio Ocaranza Fernández, director de Oca Reputación, escribe en la influyente revista de economía Forbes México que lejos de debilitar a López Obrador, los ataques de la clase empresarial lo están fortaleciendo.
“Los mensajes de los empresarios son ineficaces porque se contraponen, no sólo a López Obrador, sino a los intereses, inquietudes y preocupaciones de cientos de miles de mexicanos que son, paradójicamente, sus empleados. El llamado empresarial a razonar el voto y mantener las reformas y el rumbo actual del país no encuentra eco en la población mexicana; es recibido con reserva o, peor aún, con cinismo. Por eso, AMLO tiene la certeza de que atacar a la iniciativa privada genera simpatías y votos”, escribe Ocaranza, quien considera que debe existir un cambio en el discurso empresarial, antes de lo inevitable.
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