La furia de los familiares de los 43 de Ayotzinapa estalló ayer contra el presidente Andrés Manuel López Obrador, por su manejo opaco y lleno de mentiras en la resolución del caso donde se ha revelado que el Ejército y Marina están involucrados, pues manipularon y destruyeron pruebas.
En el tercer informe presentado por Grupo Interdisciplinario de Expertas y Expertos Independientes (GIEI). este lunes, se reveló a través de un video que marinos ‘sembraron’ bultos y crearon una hoguera en el basurero de Cocula para respaldar la “verdad histórica” del gobierno de Enrique Peña Nieto.
Además se ha confirmado que el Ejército -a través del 27 Batallón de Infantería, como ya había revelado en un libro hace años la periodista Anabel Hernández- tuvo parte activa en el caso, pues infiltró al movimiento, se obtuvo información sobre el secuestro de los 43 dos días antes de que ocurriera, y supo minuto a minuto -con la intervención de teléfonos- todo lo que ocurrió entre la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014.
El GIEI, nombrados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), resume que se ha destruido mucha información, que se sigue ocultando otra, y que desde el año 2019 en que salieron del caso, al reanudar las investigaciones el año pasado se encuentran con que el Ejército y Marina están involucrados, además que muchas personas claves para esclarecer la tragedia han muerto o han sido asesinadas.
“Estamos encabronados (…) Nos vieron la cara durante tres años, las instituciones jugaron con nosotros (…) ¿Cómo no estar enojado si a tres años sale una información que tuvo que ser entregada en su momento? ¿Cómo no estar enojado si no sabemos nada de nuestros hijos, si jugaron con nosotros, no las instituciones pasadas ni los mandos de las instituciones pasadas, sino del Presente (López Obrador), si lo único que querían era la fotografía?”, declaró ayer molesto Mario González, padre de César Manuel, uno de los 43 desaparecidos, en entrevista para la revista Proceso.
La irritación de los familiares de los 43 de Ayotzinapa se ha desbordado, pues el gobierno de AMLO además de mentirles les hizo tomarse la foto con el 27 Batallón de Infantería en Iguala, Guerrero, a sabiendas de que los militares participaron en la desaparición de los jóvenes normalistas
El trabajo del GIEI ha provocado una avalancha de cuestionamientos contra el gobierno de López Obrador, luego de investigar en documentos del Cisen, la Sedena y la unidad especial de investigación del caso Ayotzinapa.
El Ejército ha negado su participación en la desaparición, pese a las contradicciones en las declaraciones de soldados, y a que cuenta con investigaciones internas -a las que el GIEI no ha podido acceder- donde se registra su participaron en lo ocurrido.
“Sobre ese video de la Marina, me lo mostraron y se dio la instrucción que se investigara a los jefes de Marina que participaron en ese operativo, y ya han declarado ante la Fiscalía (…)
“Está abierta la investigación, es un compromiso que tenemos de dar a conocer lo que sucedió con la desaparición de los jóvenes de Ayotzinapa y esta comisión de expertos presentó su informe. Antes lo hicieron conmigo, me mostraron toda la información que tenían, que iban a darla a conocer como lo hicieron y se va a continuar con la información, ellos van a continuar un año más colaborando”, declaró AMLO ayer en su conferencia de prensa matutina.
Una última revelación del GIEI confirma también que Guerrero es un narcoestado, pues todas las autoridades -municipales, estatales y federales- están enteradas a detalle de la siembra, cultivo, fabricación y trasiego de amapola y heroína que se carga en autobuses con destino a Chicago, como los que tomaron los estudiantes antes de ser desaparecidos.