“El amor se demuestra con los hechos no con las palabras”. Ignacio de Loyola.
En 1767 la Compañía de Jesús fue expulsada de la Nueva España y en 1773 fue suprimida.
La Independencia de México fue una revolución jesuita. La Compañía de Jesús (SJ), surge en un momento crítico en la historia del mundo y de la Iglesia (1534). Fundada por el español, Ignacio de Loyola (1491-1556), tiene en el magis la excelencia, pero no como éxito mundano, sino como servicio, entrega y responsabilidad (“en todo, amar y servir”). Educar a las personas en el amor.
Seguramente ya identificaron los puntos de encuentro con Paulo Freire. Recordemos que, entre los laicos más destacados participantes del Concilio Vaticano II y la Teología de la Liberación, están Enrique Dussel y Paulo Freire.
La pedagogía ignaciana precisa que: “los estudiantes sean continuos en ir a las lecciones y diligentes en proveerlas, y después de oídos en repetirlas; y en demandar lo que no entiendan, y anotar lo que conviene para suplir la memoria…para que más se ejerciten los ingenios, y se aclaren las cosas difíciles de estas facultades. La atención personal y la preocupación por el individuo, que es un distintivo de la educación jesuítica, requiere que el profesor conozca cuanto sea posible y conveniente de la vida del alumno. Y como la experiencia humana, punto de partida de la pedagogía ignaciana, nunca ocurre en el vacío, debemos conocer todo lo que podamos del contexto concreto en el que tiene lugar el enseñar y el aprender. Como profesores, necesitamos entender el mundo del estudiante”.
A la muerte de San Ignacio de Loyola, en julio de 1556, funcionaban 40 colegios jesuitas en el mundo; hoy existen más de 2 mil 300 colegios y 230 universidades con atención a más de 3 millones de estudiantes en 70 países
La Ignacianidad es una corriente espiritual y un modelo pedagógico. Los jesuitas se ocupan de la formación de las actitudes de los alumnos. “Formar para los demás y con los demás”, afirmó Ignacio de Loyola en sus principios pedagógicos. Para Ignacio la experimentación significa “gustar de las cosas internamente”.
Educar desde el método pedagógico ignaciano implica lo siguiente:
Asumir gestos proféticos de anuncio y denuncia que cuestionen al sistema. Adopción de medios y recursos necesarios para que nuestros educadores e instituciones influyan, positivamente, en las políticas públicas.
Participación en asociaciones, movimientos sociales y otros foros de importancia política efectiva. Fortalecimiento de acciones conjuntas entre las instituciones para hacerse presentes en las instancias de toma de decisión.
Presencia significativa en los medios de comunicación social. Posicionamiento público frente a hechos de violencia, tomando la defensa de los derechos humanos.
Amor en un mundo egoísta e indiferente. Justicia frente a la injusticia y la exclusión. Paz en oposición a la violencia. Honestidad frente a la corrupción. Solidaridad en oposición al individualismo y a la competencia. Sobriedad en oposición a una sociedad basada en el consumismo.
Contemplación y gratitud en oposición al pragmatismo y al utilitarismo. La pedagogía y la espiritualidad ignaciana a la formación ética del individuo. Promover la formación en un humanismo científico con trascendencia social que se materialice en la promoción de valores.
En la educación jesuita las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) son concebidas como redes de producción de conocimiento y de aprendizaje, más que como instrumentos de intercambio de información
La pedagogía ignaciana fomenta la investigación, las competencias, la ética (toma de decisiones autónomas a la luz de principios y valores), la dimensión espiritual (trascender la existencia y el conocimiento interno), el factor cognitivo (aprehender, conceptualmente, la realidad) y la afectividad (capacidad de relacionarse consigo mismo y con las otras formas de vida).
La educación jesuita se trata de profundidad con la verdad.
Si nunca ha participado de ejercicios espirituales jesuitas (ignacianos), le invito a que viva la experiencia: le aseguro que cambiará su visión sobre la existencia humana.
Acudir a ejercicios ignacianos, igual que ir con una terapeuta, deberían ser artículos de primera necesidad. ¡Acérquese con los jesuitas! Jesús de Galilea.
- Ilustración: jesuitas.lat
2 comments
Muito bom! Sou professora da Rede Jesuíta de Educação, atuo na Escola Santo Afonso Rodriguez, em Teresina, Piauí, Brasil.
Saudações do México querido
Elizete. E obrigado pela leitura.