Maarten Vromans camina la ciudad como un flâneur, una especie de matemático y preciso Monsieur Teste por las calles de urbes como Amsterdam, La Haya, Budapest, Londres y otras para ofrecer al espectador tesoros visuales.
Vromans (Países Bajos) asegura que juega al azar hasta encontrar en medio de la caminata, el detalle preciso, envuelto en belleza arquitectónica, en ladrillos, láminas y pinturas, y lo demuestra con esa maestría de flânerie para registrar la erosión urbana.
“Cuando el sol, la lluvia y el viento dejan su huella en barrios, plazas y edificios. Con el tiempo, nuestro entorno urbano evoluciona. Y gana en belleza, mucho más allá de la imaginación de arquitectos, diseñadores urbanos y planificadores”, ha dicho Vromans sobre esta serie.
Ruleta Rusa te sugiere escuchar, mientras observas las imágenes y lees, la sonoridad contemporánea de Boozoo Bajouy la poesía incendiaria de Zauriel Martínez Hernández.
Corto filmado en VHS
Primera toma:
Tú y yo en ácido viendo Cowboy Bebop,
no hay adornos en la escena,
las demás personas están dormidas y no se dan cuenta
de que las palabras forman un nudo en la garganta.
Segunda toma:
Unos compas y yo viendo el mismo anime,
nunca estuviste y, sin embargo, ya no estás,
yo tampoco,
alguien en la calle dijo que tengo
una nebulosa alrededor.
Tercera toma con una paleta de color que indique flashback:
Entonces recuerdo que este es un poema de amor,
se supone que en los poemas de amor la gente debe besarse y bailar,
sé que tú también te acuerdas del día que
bailamos a Nina Simone,
ese día dijimos que bailar frente a alguien
es un acto de mayor intimidad
que mamarle el culo,
no he vuelto a bailar desde entonces
porque cuando te digo “adiós” en realidad
estoy diciendo:
“Te espero masticando mi chale, pero me da miedo admitirlo”.
Los olores que se buscan en sueños
son necesidades vitales que casi nunca se cumplen.
Cuarta toma:
Ya hace hambre,
salgo a cantar a la calle,
la gente se funde con su sombra,
canto para que me den dinero, pero
no para que me escuchen,
porque nunca escuchan,
sólo los niños y los perros;
toco cada rola
esperando que esta termine volviéndose un huracán
que lleve mariposas hasta tu terraza.
Zauriel Martínez Hernández