Richard Sandler ha logrado atrapar para la posteridad una época del Nueva York duro y decadente, estampas que nos muestran los matices de una sociedad en permanente ebullición y siempre entre contrastes.
Sandler (Nueva York. 1946) ofrece un viaje vital por las calles de una de las grandes urbes del mundo, una metáfora de sus contradicciones, excesos, luminosidad, dolores y alegrías, ese embrujo fagocitante de la metrópoli.
“En ‘Los ojos de la ciudad’ existe una incesante necesidad de mostrar la polaridad de clase y raza que se impone a diario a los habitantes de las ciudades”, ha escrito el fotógrafo Serge JF Exacción a propósito de esta serie que forma parte del libro de Sandler.
Ruleta Rusa te sugiere escuchar, mientras observas las imágenes y lees, el poderoso dúo de Pj Harvey y Thom Yorke y la poesía de fuego de Federico García Lorca.
La aurora
La aurora de Nueva York tiene
cuatro columnas de cieno
y un huracán de negras palomas
que chapotean las aguas podridas.
La aurora de Nueva York gime
por las inmensas escaleras
buscando entre las aristas
nardos de angustia dibujada.
La aurora llega y nadie la recibe en su boca
porque allí no hay mañana ni esperanza posible.
A veces las monedas en enjambres furiosos
taladran y devoran abandonados niños.
Los primeros que salen comprenden con sus huesos
que no habrá paraíso ni amores deshojados;
saben que van al cieno de números y leyes,
a los juegos sin arte, a sudores sin fruto.
La luz es sepultada por cadenas y ruidos
en impúdico reto de ciencia sin raíces.
Por los barrios hay gentes que vacilan insomnes
como recién salidas de un naufragio de sangre.
Federico García Lorca