La herencia mixta de Meryl McMaster, europea y nativa americana, es un engarce de mundos dispares que han terminado por encontrar un punto en común para florecer con nueva luz.

McMaster (Ottawa, Canadá. 1988) abreva de la naturaleza, los mitos, los ancestros, y la simbología sagrada para retransformarlos en una celebración de raíces que crecen en la modernidad bajo la inmensidad del cielo.

Creo imágenes de ensueño que siento que rompen las barreras del tiempo y el espacio y permiten al espectador explorar y aprender sobre estas desafiantes realidades de nuestra historia colectiva y presente, de nuevas formas”, ha dicho McMaster sobre el carácter de su sobra.


Ruleta Rusa te sugiere escuchar, mientras observas las imágenes y lees, la voz etérea de Jonna Jinton y la poesía solar de Nancy Banard.

Canción negra para niñas de cuna

Mami, ¿qué suena?, pregunta Sol,

mientras el recuento de sus miedos

hilvana un sótano de sinrazones,

con la urgencia demencial

por invocar cuervos

a los que ella misma teme.

Eleye ha llegado,

ha entrado por la ventana, hija.

La he invocado antes de soñarte.

He vertido con gentileza

el agua sobre la tierra

para aliviar el calor de sus pantanos.

He tejido cuchillos de caña brava,

puñales de bambú,

venados de manteca sin sal,

sauces de pantano y olivos.

He conjurado su nombre

durante los ojos de agua de Ará Onú,

ofrendado ovejas que ya han sido madres,

trenzado lirios empapados

en aceite de palma.

¡Ha llegado Majá, Pikni!

Esta es mi hija Yembó:

lleva en su Nilo tu estirpe,

destila coco, madreperlas y coral.

Yeye mowo,

Yeye mowo,

Maferefún Naná,

Señora de caracoles,

Naná Ajesún,

Desembocadura de río,

Naná Mahí,

Llovizna y lodo.

Arrulla a mi hija,

Señora de pájaros,

dale calor,

que cada noche

te encuentre,

Cuervo,

mi amada Jazmín,

Yeye mowo,

Yeye mowo.

Nancy Banard