Seokmin Ko apuesta a lo multiversal con el uso del antiquísimo artilugio simbólico que representa el fenómeno-umbral, el misterio de los reflejos, el encantamiento  de la Luna-plata: el espejo.   

Ko (Corea del Sur) plantea en sus imágenes un juego metafísico, de alteridad, un pasaje inesperado, casi secreto, a través del reflejo en el azogue que nos permite asistir al alumbramiento de espejismos.

Contemplar la obra de Ko es una especie de acto meditativo. La complejidad de estas fotografías solo se hizo evidente tras una observación prolongada”, ha descrito Alex Greenberger, editor de ARTNews.

Ruleta Rusa te sugiere escuchar, mientras observas y lees, la extraña sonoridad de Haley Heynderickx y la poesía surrealista de Alejandra Piznarnik.

A la espera de la oscuridad

Ese instante que no se olvida
Tan vacío devuelto por las sombras
Tan vacío rechazado por los relojes
Ese pobre instante adoptado por mi ternura
Desnudo desnudo de sangre de alas
Sin ojos para recordar angustias de antaño
Sin labios para recoger el zumo de las violencias
perdidas en el canto de los helados campanarios.

Ampáralo niña ciega de alma
Ponle tus cabellos escarchados por el fuego
Abrázalo pequeña estatua de terror.
Señálale el mundo convulsionado a tus pies
A tus pies donde mueren las golondrinas
Tiritantes de pavor frente al futuro
Dile que los suspiros del mar
Humedecen las únicas palabras
Por las que vale vivir.

Pero ese instante sudoroso de nada
Acurrucado en la cueva del destino
Sin manos para decir nunca
Sin manos para regalar mariposas
A los niños muertos

Alejandra Pizarnik