Lia Darjes ofrece enigmáticas imágenes de la danza lúdica que anima las naturalezas muertas con el gesto salvaje de aves, felinos o roedores, ávidos de alimentos y desenfados de vida.

Darjes (Alemania) transfigura el caos dispuesto sobre sofisticadas composiciones con arreglos florales, frutas maduras, cristalería que evoca la opulencia de lo sibarita, esa obscena festividad con naturalezas muertas.

Los objetos son narradores de la realidad humana y la naturaleza muerta puede abordar cuestiones sobre nuestras sociedades”, ha dicho Darjes sobre esta bellísima serie.

Ruleta Rusa te sugiere escuchar, mientras observas las imágenes y lees, la exquisita sonoridad de Henry Purcell y la poesía celeste de Luis de Góngora.

A una rosa

Ayer naciste, y morirás mañana.
Para tan breve ser, ¿quién te dio vida?
¿Para vivir tan poco estás lucida?
Y, ¿para no ser nada estás lozana?

Si te engañó su hermosura vana,
bien presto la verás desvanecida,
porque en tu hermosura está escondida
la ocasión de morir muerte temprana.

Cuando te corte la robusta mano,
ley de la agricultura permitida,
grosero aliento acabará tu suerte.
No salgas, que te aguarda algún tirano;

dilata tu nacer para la vida,
que anticipas tu ser para tu muerte.
Ya besando unas manos cristalinas,
ya anudándose a un blanco y liso cuello,

ya esparciendo por él aquel cabello
que Amor sacó entre el oro de sus minas,
ya quebrando en aquellas perlas finas
palabras dulces mil sin merecello,

ya cogiendo de cada labio bello
purpúreas rosas sin temor de espinas,
estaba, oh, claro sol invidïoso,
cuando tu luz, hiriéndome los ojos,

mató mi gloria y acabó mi suerte.
Si el cielo ya no es menos poderoso,
porque no den los suyos más enojos,
rayos, como a tu hijo, te den muerte.

Luis de Góngora