Su fama mundial es atribuida al escritor Ernest Hemingway y ha sido sumamente rentable para La Bodeguita del Medio, un bar de la empresa estatal cubana Palmares. Ahora llega a León
Hemingway, Premio Nobel de Literatura en 1954, bebía cantidades épicas en aquel lugar de La Habana vieja, aunque escribía (siempre de pie en un atril) en otro bar emblemático de cuba: El Floridita. En ambos bares cubanos hay estatuas del autor de ‘El Viejo y el mar’ (obra que escribió en la isla).

“Mi mojito en La Bodeguita, mi daiquirí en El Floridita”
Ernest Hemingway
A León llegó hace menos de un mes (Plaza Crystal / Blvd Campestre 1201) y ha sido la nueva atracción de la ciudad. El ambiente cubano es producto de los ‘no lugares’ que montan todas las franquicias: réplicas de espacios que no permiten diferenciar si estás en La Bodeguita de Puerto Vallarta o en la de Playa del Carmen.
El Financiero de Costa Rica informó en 2013 de la inversión que hizo, junto con otros accionistas, el comediante mexicano Adal Ramones para llevar una ‘Bodeguita’ a aquel país: “400 mil dólares, 42 nuevos empleos y un local con capacidad para 120 personas sentadas –ubicado en Paseo Colón–”, reportó el medio.
Los leoneses y visitantes atraídos por el mítico lugar lucen las fotos de sus mojitos en la redes sociales. Desean un momento ‘a lo cubano’ que en realidad es un momento de un extranjero en Cuba. Nadie en la isla bebe mojito. No solo por que sería imposible para un cubano promedio tener hielos de sobra o azúcar para hacerse un coctel. El cubano bebe ron solo. Los menos puristas lo beben con refresco de cola aunque la ‘Cuba Libre’ tampoco es popular.
En la isla nadie prepara un mojito para celebrar aunque el mundo entero lo piense y al llegar a La Habana hagan la misma mueca de sorpresa que haría un extranjero en el país al descubrir que eso del tequila es solo una estrategia publicitaria (aunque en el caso de México no sea así).