No creo que las cuestiones de trascendencia y experiencia transformadora sean teóricas, más bien lo contrario.

La mitad del tiempo que escribo esto, me pregunto cómo poner en palabras mis ideas, ya que estamos buscando lo que se conoce como “inefable”: aquello que solo se puede conocer a través de la experiencia directa, no a través del habla.

Esta búsqueda me llevó a los bosques del suroeste de Francia, donde pasé una semana con monjes y monjas budistas, experimentando el silencio noble, la meditación sentada y caminando, largos paseos por la naturaleza y charlas con los monjes.

La experiencia ha sido muy reveladora. Al desconectarte de la mayoría de los estímulos, practicar el silencio durante horas y horas y meditar al amanecer, alcanzas la libertad: el silencio interior.

Después de tres o cuatro días, ya no había más “voces” en mi cabeza, ni más canciones sonando, sólo mi respiración. La sensación es extremadamente liberadora, especialmente porque te recuerdan constantemente el principio de “no hay adónde ir, no hay nada que hacer” y de simplemente disfrutar de la vida.

Una vez que logras estabilizar tu silencio interno, el mundo se manifiesta. Es una experiencia increíble en la que todo cobra vida (gracias también a las meditaciones guiadas) y despiertas al mundo que te ha rodeado todo el tiempo. Dejas de construir barreras mentales (“tengo que trabajar en este proyecto”, “¿qué debo comer mañana?”, etc.) y simplemente existes

También me tomé el tiempo de hablar con los monjes y obtener más información sobre los conceptos budistas fundamentales que me resultaban inquietantes.

Hace tiempo que estudio el Sutra del Corazón con algunos amigos y la noción del vacío siempre me pone nervioso. ¿Qué quieres decir con que todo es vacío? ¿Soy nada? Simplemente no podía entender por qué mi “yo” es una ilusión y cada vez que meditaba sobre ello me sentía extremadamente nihilista, ¡como si tuviera un agujero negro en el centro de mi corazón!

Así que hablé con muchos de los hermanos y hermanas que viven permanentemente en el bosque y tienen tiempo para reflexionar sobre estas cosas.

Sus respuestas merecen una publicación adecuada; por ahora, solo diré que encontré sus ideas extremadamente estimulantes y bien pensadas. Durante sus charlas, mi mente trataba de abordar su lógica utilizando la filosofía, espera un minuto, eso es neoplatonismo. Entonces, ¿cómo evitan el solipsismo? y cosas así.

Me impresionaron mucho sus respuestas, ya que habían defendido su posición con firmeza, incluyendo casi todas las críticas posibles.

Además, sus respuestas eran profundas. Nunca escuché una declaración banal, como las que se pueden encontrar en los gurús de autoayuda modernos sobre la atención plena y la meditación: no, los monjes no tomaron el camino fácil y exploraron los límites de su enfoque de una manera aplicada y práctica.

  • Ilustración: Especial