La historia de Agustín de Iturbide llegó en clave de farsa, onírica, gozosa, surreal como solo puede suceder en México y en la pluma de quien fuera uno de los más destacados dramaturgos del país, Juan Tovar.

En coproducción con la Compañía Nacional de Teatro y el Teatro del Bicentenario, Roberto Plasencia Saldaña, la obra dirigida por Daniela Parra tuvo su estreno nacional en León y cumplirá temporada en la Ciudad de México lo que resta del año.

En la puesta  se hace un recuento de Iturbide, artífice del México independiente, quien supuestamente dialoga en sueños con Antonio López de Santa Anna, horas antes de su fusilamiento.

Tovar presenta a sus personajes menos acartonados y muestra a un Agustín de Iturbide desde diversas perspectivas, donde se analiza su trayectoria hasta la consumación de la Independencia y hace sorna también de otros personajes de la vida nacional como Josefa Ortiz de Domínguez o Vicente Guerreo.

Varios de los sucesos importantes de la lucha por la Independencia son traídos a cuento en Horas de gracia, cuyo protagónico lo lleva a buen puerto Andrés Bustamante, aunque no se salva de meter a su personaje en la monotonía

La figura de Agustín de Iturbide es el eje central de esta obra teatral escrita por el dramaturgo Juan Tovar y dirigida por la guanajuatense Daniela Parra.

Fernando Huerta Zamacona brinda un Santa Anna libérrimo, con la solvencia necesaria para que la puesta no navegue en un infortunio.

Destacadas son también las actuaciones de Laura Padilla y Zaide Silvia Gutiérrez, quienes personifican respectivamente a Josefa Ortiz de Domínguez y a La Güera Rodríguez.

Félix Arroyo, quien firma la escenografía e iluminación, acierta en las atmósferas sugeridas de la puesta que no precisa más que una mesa, sillas de madera y determinados trastos para multiplicar los espacios escénicos donde también se sirve de proyecciones, un caballo de utilería, entre más.

La inclusión de Edwin Tovar con la música en vivo completa un montaje que, si bien no es circular, hace del drama un viaje entretenido, donde los actores cantan a diversos ritmos, parodian los entresijos de la Nación y develan los vicios acaso permanentes de la política nacional, de ahí la vigencia del texto.

El montaje de 90 minutos de duración, estrenado en la sala principal del Bicentenario, se presentó como parte de los 200 años de la Consumación de la Independencia, además de celebrar los 15 años del Forum Cultural Guanajuato.

  • Fotos: Teatro del Bicentenario