Llegás con tu cabello de trigal, tu piel de azahares, tus senos de durazno, tu ombligo de aceituna y la arena y sal del mar del deseo impregnadas en todo tu cuerpo. 

Trigal de Fars. Azahares de Teherán. Duraznos de Persia. Aceitunas de Rudbar. Arena y sal del Mar Caspio. 

Llegás a mí en la noche tropical, bajo Luna llena, a estas tierras de Tárcoles, tan lejanas de las tuyas. 

Llegás con la poesía de Forough Farrojzad. Declamás el poema Pecado con tu cuerpo 

He pecado y era un pecado lleno de placer
junto a un cuerpo tembloroso y desmayado
Dios, no sé qué he hecho
en aquel lugar privado, oscuro y silencioso 

(…)
En mi pecho anhelante temblaba el corazón
por la pasión de sus ansiosos ojos 

En aquel lugar privado, oscuro y silencioso
me senté junto a él desconcertada
sus labios vertieron en los míos el deseo
me libré de la tristeza del corazón desbocado 

Me susurrás la poesía de Forough en farsi. La leo en español

Murmuré en su oído la historia del amor
Te deseo, oh alma mía
Te deseo abrazo que das vida
a ti, mi loco amante 

El deseo estalló en llamas en sus ojos
El vino tinto bailó en la copa
Mi cuerpo en el suave lecho
sobre su pecho tembló ebrio 

He pecado y estaba llena de placer
en un abrazo suave y ardiente 

Llegas a mí. Irónica, desafiante ante la opresión, declarás que nuestra unión es una transgresión 

Te escucho, te siento y te respondo:

Dos somos Uno. 

Vos, poesía. 

Yo, fuego. 

Nosotros, placer. 

Ruleta Rusa agradece las facilidades de nuestra revista hermana Suburbano para la publicación de este texto.

  • Ilustración: Miniatura persa del siglo XVI