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Pedro Mena Bermúdez
Hoy, a diferencia de otros domingos, no fui al café. Ya no se puede fumar en la terraza y, lo digo a tono exclusivamente personal, eso me molesta. Porque no…
Pinche prieto, tú eres de México
El problema de la nacionalidad es el más vano de los problemas. Nicolás Gómez Dávila El profe de filosofía en la preparatoria se llamaba Francisco, no recuerdo su apellido, sólo…
‘Mi casa vacía’ o la poesía filosófica de Erwin Limón
La memoria, por fortuna, rara vez es precisa. El rostro referido en un recuerdo no es más que una acuarela realista; los muebles, figuras geométricas de pálidos colores. La memoria…
Entonces todo va a ‘valer madre’ todo
Georges Vigarello, en su no muy gordo volumen: Les metamorphoses du gras (Histoire de l´obesite du Moyen Áge au XX siècle), nos detalla, a ratos con humor fino e irónico,…
Nunca olvides tener una bolsa de plástico a la mano
Tengo mis libros en estanterías de lámina metálica, y no en libreros de roble o de ordinario pino. Y por qué no sustituirlos por muebles de aglomerado y melamina que…
Las charlas con otros lectores se hicieron parcas
Vivo en conversación con los difuntos, Y escucho con mis ojos a los muertos. (Quevedo) Advierto, con moderado espanto, que mi relación con las ferias de libros es torpe, ambigua,…
Días de hospital
“La vida sólo es soportable por el hecho de que nadie coincide con el dolor de nadie”. (Cioran. Extravíos) Se cumplió el plazo: hoy mi padre irá al hospital. Tiene…
Los robots no saben bailar
Puedo contar con los dedos de una mano las veces que he bailado. Por supuesto, cuando lo hice, estaba borracho. O fui obligado, como la primera vez. Tenía 12 años…
El clamor de las hojas por su matiz
El año pasado estuve en la Feria del Libro de Irapuato presentando un libro de ensayos, (Los colores del diablo) que me publicó E1 Ediciones. Es cursi, pero era un…
Eran feos y bobos
Iba en el bus. Amortajado en un asiento incómodo, tortuoso. Ebrio de pucheros internos, ahíto de requilorios emocionales bien reprimidos. Mi cabeza rebotaba en la ventanilla del bus, mi cara…
Pasolini: el negro y el rosa en la carne
Recuerdo que iba a la preparatoria de mala gana, obligado por mi padre. Entraba a las 2 de la tarde y salía a las 9 de noche. Antes de llegar…
Qué lento es morir
Coincidencias. A mediados de 2020, mientras guardaba la obligada cuarentena por estar infectado de Covid, leí un par de novelas del húngaro Sándor Márai: El último encuentro y La hermana.…