No hallamos mejor forma de encontrar a Cohen que buscarlo en sus canciones. “You fixed yourself, you said: Well never mind, / We are ugly but we have the music”, le cantaba a Janis Joplin en ‘Chelsea Hotel’

Cuenta la leyenda que la frase “somos feos, pero tenemos la música” era de la propia Janis. Y se ha escrito también que esta canción tiene su origen en la aventura que ambos poetas de la música vivieron en el mítico Chelsea Hotel de Nueva York, imán de artistas y testigo de las fiestas más envidiadas en la historia de la farándula. Sirva esta anécdota para justificar un titular que intenta explicar la sensación que nos deja su muerte. Y es que el poeta canadiense de la voz cavernosa se fue a los 82 años dejando para el recuerdo significativos retazos de la banda sonora del siglo XX.

 

“No sobreestimo a Leonard Cohen, solo opino que deberían poner sus poemas en la Biblia, junto a los Salmos”, escribió el escritor mexicano Antonio Ortuño en su muro de Facebook
Su muerte provoca un gran impacto en las Redes

Las reacciones de amigos y seguidores inundaron las redes sociales. Incluso la familia del poeta eligió Facebook para informar de su muerte sin especificar la causa. El presidente de Canadá, Justin Trudeau, mostró su desolación en twitter. “Ningún otro artista musical sonaba como Leonard Cohen. Su trabajo resuena entre generaciones. Canadá y el mundo lo extrañarán”.  Y es que Cohen, que acababa de iniciar una gira con su 14 disco de estudio, ha dejado temas legendarios como ‘Hallelujah’, ‘Take this waltz’, ‘Dance me to the end of love‘ o ‘I’m your man’.

Como inolvidable fue también su discurso tras recibir el Premio Príncipe de Asturias o la premonitoria carta que le envió a su musa de los años 60, protagonista del tema ‘So long, Marianne’, tras conocer su muerte el pasado mes de agosto.“Bien, Marianne, hemos llegado a este tiempo en que somos tan viejos que nuestros cuerpos se caen a pedazos; pienso que te seguiré muy pronto. Que sepas que estoy tan cerca de ti que, si extiendes tu mano, creo que podrás tocar la mía”.

Descansa en paz, trovador de voz raspada. Somos feos, pero tenemos tu música.