Alison Luntz descubre nuestra fragilidad ante el derrumbe. Pero también nos muestra la dulzura de ser misterio ante la furia de existir con tan solo la voluntad.

Luntz (Carolina del Norte. Estados Unidos) nos arroja ante la podredumbre del encierro en una forma revolucionaria forma de hacer frente, descubrir la manera de escapar a la cuarentena en tiempos del Corona y manifestarse, con esa nostalgia de la vida.

En la versión recortada, parezco estar allí de vuelta con el viento soplando en mi cabello; sin embargo, está claro que realmente estoy en casa, como todos los demás en la versión ancha. Después de hacer esa imagen, comencé a ver el poder potencial de esta idea para expresar el aislamiento, la alienación y la melancolía de la cuarentena, algo tanto personal como generalizado”, dice Luntz sobre esta serie.

Ruleta Rusa te sugiere escuchar, mientas observas las imágenes y lees, la música explosiva de New Order y la poesía de Chiara Catapano.

Y el modo de las aguas de enjugarse siempre en la orilla*

Aquel modo, una ilusión.

Nosotros adentro-tirados, nosotros encantos de olas;

¿Dónde me dejaste, cuando no me conocías?

Bajo la rosa de los vientos, dentro de un concepto

Entre Norte y Noroeste, cubierto de lianas-apóstrofes.

Entonces soy, ligero crujir de espumas

Si aprendo la repetición de las cosas

Como acto único del alma.

Tu antigüedad y la mía no tienen voz:

Solo ola tras ola tras ola: sin un después.

Interpuesta frecuencia mío tu nombre,

Tuyo mi resurgir y hundir;

Mío tu cristal entre dos sonidos

Tuyo mi romper con fuerza la vaina.

Mío tu crecer decrecer

Tuyo mi abatir

Mío

Tuyo.

Fresco como un alba, el instante

Abierto sobre un antes y un después,

Tuyo mi latido, mío tu descanso

Mío tu fructificar, tuyo mi asimilar.

Lo saben las familias de los peces

Dentro de los más oscuros abismos inviolados

Por la sutilísima cualidad de la luz.

Otras veces basta poco de verdad,

Aprender a desunirse

Tan compenetrados con el todo incognoscible:

Conocerse dentro de una fibra rociada,

Tú, yo

Yo, tú.

Enjuagarse siempre en la orilla es

Una cualidad no más acción

Agita en el espacio de separación.

Entre dos yo distintos. Tu casi disolución

Advierte el éter en llamas, vuelca

El abismo indistinguible dentro de la luz.

Cuando volví era de noche

Y mi nombre cantaba tus renacimientos.

*El título es un verso del poema “Maistros” del poeta Steven Grieco-Ratgheb

Chiara Catapano

Traducción: Antonio Nazzaro