Por segunda ocasión en los primeros 17 días de octubre, estudiantes universitarios salieron a las calles a protestar en varias ciudades de Colombia, incluyendo a la capital.

 

I

Los estudiantes colombianos exigen que un mayor porcentaje del presupuesto anual para 2019 sea destinado a la educación. En particular a las universidades públicas. Dicen que “están que se caen”.  Reclaman por esas condiciones de infraestructura indignas, entre otras cosas y, aseguran, faltan poco más de mil millones de dólares para subsanar las carencias de la educación superior colombiana.

 

II

La cantidad de estudiantes en la protesta del miércoles 17 de octubre fue menor a su primera versión, siete días atrás, el miércoles 10. ‘Sólo’ unos 20 mil universitarios fueron esta vez.

Las imágenes del 10 de octubre mostraron la Plaza Bolívar, en el primer cuadro de Bogotá, desbordado por universitarios. Aseguraron que fueron 40 mil. Más personas que las que le caben al Campín, el estadio de fútbol de la capital de Colombia.

La protesta estudiantil de este miércoles no reunió a tantos, fue el comentario generalizado. ‘Solo’ unos 15 mil fueron esta vez, dijeron algunos en Bogotá.

En esta segunda manifestación, sin embargo, estudiantes de otras ciudades paralizaron por algunas horas las vialidades y se hicieron sentir en cohesión (Medellín, Ibagué, Boyacá, Bogotá)

Los jóvenes universitarios piden mayor presupuesto a la educación superior en 2019.

Universidades públicas y privadas unidas en el reclamo que también dio, aunque en expresiones mínimas, para vandalismo y pintas en inmuebles históricos y, provocó la viralización de un video (da clik aquí) en donde un pseudo estudiante lanzaba bolas de pintura a las instalaciones de RCN Radio.

Estuve en la plaza de Bolívar cuando llegaron los ‘punks’. Lanzaban cubetas y basura a los policías que protegía el Congreso. El grito generalizado por los universitarios fue “¡sin violencia, sin violencia!”. El conato de imágenes de “represión policial” de esas que encantan a los medios y los falsos punks, habría estallado de no ser por la calma solicitada por los mismos estudiantes.

La protesta dio también para que lanzara un tuit, sin tanto tino, Iván Duque, quien apenas hace un par de meses tomó juramento para iniciar oficialmente su periodo como presidente de Colombia. El hashtag #Octubre17PorLaEducación fue tendencia todo el miércoles pasado.

Los estudiantes piden que se destine un porcentaje mayor del presupuesto del país para 2019 a la educación. Aseguran que las universidades públicas se caen. Literal y metafóricamente. Sus muros y equipamiento son viejos y una joven universitaria grita en el templete instalado en la Plaza Simón Bolívar de Bogotá “no queremos ser la generación a la que se le vino el techo de alguna escuela encima”.

Mario A. Valencia, columnista de la revista Dinero dice en su cuenta de Twitter que el presupuesto de una sola universidad de Estados Unidos (el MIT) es 2.5 veces más grande que todo lo que invierte Colombia en su educación superior

Aspecto de una de las marchas multitudinarias de estudiantes en Bogotá.

 

III

Las universidades públicas colombianas se caen. Sus muros y equipamiento es viejo. Las deudas que contraen los colombianos para concluir sus estudios superiores son impagables. Los maestros no reciben sueldos justos. Los recursos económicos de Colombia se destinan a comprar armas.

Muchos, por falta dinero, han dejado de estudiar. Esos son algunos de los argumentos que escuché durante la segunda gran movilización de universitarios colombianos. La del 17 de octubre, dicen, no fue tan multitudinaria como la del 10. Pero aún así resultó impactante ver a tantos estudiantes gritando al mismo tiempo que desean condiciones óptimas para estudiar.

No es nuevo esto. Hay una larga historia de lucha estudiantil en este país. Los motivos han sido diversos y tan complicados como los de ahora pero siempre ha existido un común denominador: el músculo mostrado por los jóvenes colombianos.

  • Fotos: Colombiainforma.com/El Tiempo/RCN